Concejales de Los Ángeles, la segunda mayor urbe de Estados Unidos, aprobaron este miércoles declarar a esta ciudad como «santuario» para la migración, en momentos que las jurisdicciones liberales se preparan para el regreso del republicano Donald Trump a la Casa Blanca.
La ordenanza, aprobada por unanimidad, prohibirá que se utilicen recursos o personal de la ciudad para implementar las leyes federales en materia migratoria.
Esto ocurre luego de que Trump nominara figuras de línea dura para aplicar la controvertida política migratoria de su gobierno, lo que le muestra comprometido con materializar sus promesas de campaña sobre deportaciones masivas de personas indocumentadas.
También, llega a medida que los gobiernos regionales de corte liberal en el país, con el del estado de California al frente, tratan de establecer barreras contra lo que consideran podrían ser excesos durante una nueva presidencia del magnate republicano.
«Estamos codificando nuestras buenas políticas para proteger a los inmigrantes», agregó.
Trump puso la lucha contra la migración ilegal como eje central de su campaña electoral para las elecciones de noviembre pasado y sus seguidores con frecuencia exhibían en los actos pancartas a favor de las llamadas deportaciones masivas.
El presidente electo reiteró en sus alocuciones, sin ningún fundamento, que los migrantes sin documentos eran responsables por el aumento del crimen, a pesar de que las estadísticas dicen lo contrario.
Pero la filial del Partido Republicano en Los Ángeles no demoró en criticar la decisión municipal del miércoles.
Excelsior