En México, el retorno a las oficinas ha superado las tendencias globales, con un 32% de las empresas solicitando más días presenciales comparado con el 20% a nivel mundial, según un estudio de Capterra.
Diversas encuestas y la percepción general reflejan un tráfico cada vez más saturado y un regreso masivo a las oficinas. Según Page Group, el 37% de los trabajadores en México pasa más tiempo en la oficina que hace un año, atribuyendo este cambio a políticas internas más estrictas y una demanda creciente de reuniones presenciales.
El estudio de Capterra destaca que el regreso a la presencialidad puede suponer una carga económica adicional para los empleados, especialmente aquellos que se adaptaron al trabajo remoto durante la pandemia y ahora enfrentan costos de desplazamiento.
El informe de KPMG revela que el 76% de los directores generales en México cree que en los próximos tres años se retomará la forma de trabajo previa a la pandemia, una proporción mayor al promedio global del 64%.
Insatisfacción entre los empleados
Este retorno a la presencialidad está motivado por la percepción de que el trabajo en oficina ofrece más oportunidades de crecimiento profesional, como señala el informe de Deel, con el 22% de los mexicanos considerando que el trabajo presencial favorece su desarrollo, solo superado por Colombia.
La inflación también juega un papel crucial en esta tendencia. Según Deel, el 77% de los trabajadores mexicanos priorizan una mejor remuneración sobre la flexibilidad laboral, la cifra más alta en Latinoamérica. En contraste, solo el 38% aceptaría menores ingresos para mantener un modelo flexible.
A pesar de la preferencia por la presencialidad, existe una notable insatisfacción entre los empleados. El 58% de los trabajadores que han regresado a la oficina están descontentos con el modelo, y el 55% afirma estar buscando activamente un nuevo empleo.
La demanda de un balance vida-trabajo sigue siendo fundamental para la satisfacción laboral, lo que sugiere que forzar el regreso a las oficinas podría incrementar la rotación de personal.
En resumen, mientras México lidera el retorno a las oficinas, este movimiento enfrenta resistencia debido a la carga económica, la cultura de productividad y la búsqueda de un equilibrio entre vida y trabajo.
Información de la mano con El Economista
