Habitantes de la zona fronteriza de Chiapas están abandonando sus hogares debido a las amenazas y secuestros por parte de grupos delincuenciales. En el ejido Nueva Colombia, en el municipio de Ángel Albino Corzo, se han reportado reclutamientos forzados en las comunidades de Llano Grande, Nueva Independencia y Laguna del Cofre, en el municipio de Montecristo de Guerrero.
En Chenalhó, la comunidad La Esperanza está desierta, ya que sus habitantes huyeron hacia la cabecera municipal ante el asedio del grupo criminal «Los Herrera». Los enfrentamientos y amenazas son constantes, obligando a los pocos residentes restantes a encerrarse en sus casas y evitar salir.
Una mujer de la comunidad urgió la presencia de un destacamento militar debido al temor y nerviosismo constante, afectando especialmente a los niños. Los desplazamientos han sido provocados por supuestos secuestros ocurridos el 15 de julio, cuando sicarios se llevaron a varios hombres y mujeres de Llano Grande y Nueva Independencia.
La directora del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, Dora Lilia Roblero García, denunció la falta de atención de las autoridades ante la crisis de violencia que afecta a Chiapas desde 2021. La comunidad de Nueva Independencia incluso bloqueó el avance del Ejército mexicano para evitar enfrentamientos.
Más de 300 organizaciones de la sociedad civil han denunciado las tácticas de los grupos criminales, que utilizan a los civiles como escudos humanos y forzan su participación en enfrentamientos. La violencia en la zona fronteriza con Guatemala ha generado un desplazamiento masivo desde junio de 2021 a enero de 2024, con más de 10,000 personas huyendo de sus hogares. Muchas de estas personas buscan refugio en Estados Unidos o Tijuana.
Información de la mano con Excelsior
