El Tribunal Supremo de Estados Unidos desestimó una demanda de los fiscales republicanos de Texas y Luisiana contra el presidente Joe Biden por su política migratoria.
La cual permite priorizar a cuáles ciudadanos no deportar, en función de si representan una amenaza a la seguridad pública.
La demanda se rechazó por 8 votos contra 1. Esta solicitaba detener la implementación de la guía de prioridades de la administración de Biden, que pide a los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) enfocar sus esfuerzos de detención en inmigrantes que suponen un peligro para la seguridad del país.
El tribunal de EE.UU., asegura que los estados no tienen legitimación para demandar.
Esta decisión podría servir como precedente para sentar las bases de cuándo un Estado puede impugnar una política federal.
Texas y Luisiana habían demandado las políticas de deportación de Biden, emitidas en febrero de 2021.
Estas defienen que la agencia del Gobierno encargada de aplicar las leyes migratorias de priorisar el arrestar y deportación de los inmigrantes que sean considerados como una amenaza para la seguridad nacional.
Los que son considerados como riesgo son aquellos que hayan cruzado recientemente la frontera de manera irregular o los que cometieron crímenes graves.
Los estados demandantes aseguraban que la directriz es ilegal, ya que, que según la ley, el servicio de ICE tiene el deber de detener a todos los migrantes indocumentados que hayan cometido crímenes o tengan órdenes finales de deportación.
El fallo redactado por el juez conservador Brett Kavanaugh, los impugnadores no tienen capacidad legal para demandar por el plan y esta fue una demanda “extraordinariamente inusual” porque buscaba “ordenar al poder ejecutivo que modifique sus políticas de arresto para realizar más arrestos”.
Los tribunales federales, añadió, “normalmente no escuchan tales casos” pues hay “otros foros que permanecen abiertos” para que los estados expresen sus preocupaciones.
Con información de Aristegui Noticias.
