La ceremonia tendrá un marcado contraste con el funeral de Yeltsin, que fue decisivo para dejar de lado a Gorbachov cuando la Unión Soviética se desmoronó y eligió como el hombre más adecuado para sucederle.
El presidente ruso, Vladimir Putin, no asistirá al funeral del último líder soviético, Mijaíl Gorbachov, negando al hombre que no logró evitar el colapso del imperio soviético los honores de Estado que se concedieron a Boris Yeltsin.
Gorbachov, idolatrado en Occidente por haber permitido a Europa del Este escapar del control comunista soviético, pero poco querido en su país por el caos que desataron sus reformas de la “perestroika”, será enterrado el sábado tras una ceremonia pública en el Salón de las Columnas de Moscú.