Con el sonido de un niño llorando de fondo, el principal demócrata del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jerrold Nadler, rompió con el protocolo tradicional y comenzó a leer una declaración que decía «estos niños no son animales».

Sus colegas republicanos intentaron gritarle «¡Fuera de orden!».

A los comentarios de Nadler en la audiencia, originalmente sobre el manejo por parte del FBI de los correos electrónicos de Hillary Clinton, siguieron protestas de la audiencia, mientras mujeres con niños pequeños se levantaban y gritaban: «¡Las familias deben estar juntas!», antes de que salieran escoltadas por la policía del Capitolio.

El presidente Donald Trump, que ha tomado una postura dura en inmigración como parte central de su presidencia, ha defendido firmemente las medidas.

Trump culpa de las separaciones a los demócratas, pero sus colegas republicanos, que controlan ambas cámaras del Congreso, y su propio gobierno implementaron la política actual de adhesión estricta a las leyes de inmigración.

El congresista Elijah Cummings, el principal demócrata en el Comité de Supervisión de la Cámara, cambió los comentarios preparados para la audiencia de este martes y criticó lo que llamó una política de poner a los niños en «campos de concentración», y pidió a los republicanos que se enfrenten al presidente.

Trump planeaba reunirse con legisladores republicanos este martes antes de una votación esta semana de legislación sobre inmigración.

El presidente ha buscado vincular el fin de las separaciones familiares con la aprobación de un proyecto de ley más amplio, por lo que los demócratas lo acusan de usar a los niños como rehenes.