El entusiasmo y el trabajo organizado caracterizan a los centros de acopio de Querétaro, tal y como lo reportan notas nacionales e internacionales miles de personas han demostrado el amor que sienten por México.
Los sismos del 7 y 19 de septiembre han dejado destrucción y sufrimiento, pero entre la desgracia también se ha hecho presente la solidaridad y la esperanza por medio de las manos mexicanas y extranjeras que han brindado apoyo a quienes hoy los necesitan.
Margarita Jibaja es originaria de Quito, Ecuador; desde hace 15 años radica en Mexico y ya cuenta con nacionalidad mexicana, hoy es voluntaria en el Centro de Acopio de la estación central de bomberos, pero su deseo de ayudar se fortaleció desde hace casi año y medio, cuando el 16 de abril del 2016 un terremoto sacudió a Ecuador.
Con el apoyo de los mexicanos pudo hacer llegar víveres y cobijo a las zonas más afectadas por el sismo, grupos de scouts y personas de todas las edades aportaron a la causa.
«Nosotros también tuvimos un terremoto, hace más de año y medio, que fue en el mes de abril y mucha gente se sumó en apoyarme, personalmente me apoyaron muchos grupos de scouts, los grupos de las escuelas de mis hijos que nunca olvidaré y de hecho esa ayuda fue parada en las provincias de más desastre que fueron las provincias de Manabí y Esmeraldas».
Destaca que el brindar apoyo, poner el ejemplo y fomentarlo con su familia y más personas son vitaminas para su alma. Como voluntaria en el centro de acopio del DIF se siente orgullosa de la entrega y muestras de amor de la gente.
«Para mí son vitaminas para mi alma, el enseñar con el ejemplo, el fomentar esto con mis familia, mis niños, todavía están pequeños. México, me ha abierto, me ha acogido tan bien, la verdad es que es un pueblo maravilloso, su gente, su entrega, la verdad es que son muchas muestras de amor. La gente que menos tiene, es la que más da, aquí se me salen varias veces las lágrimas, ves la gente que hasta le cuesta trabajo cargar sus morralitos, su canastito y viene y da y te dice, no, al rato te voy a traer más».
En la estación central de bomberos colabora principalmente sociedad civil, Margarita comparte un poco de la organización.
«Los que más estamos participando son gente particulares, gente civiles, gente de buen corazón que quieran venir a ayudar, se están aquí cerrando un poquito el carril de aquí para los bomberos, para dar paso a los automovilistas que se estacionen, nosotros hacemos una cadena humana, en estas mesas se reciben las donaciones y a su vez están revisando las fechas de caducidad y se están separando, quiero decir que el miércoles una niña hermosa tuvo un gesto hermoso de traernos unas cartitas de su escuela que varios niños habían escrito, esas son de las cosas que te llenan el alma».
Su esposo y sus tres pequeños hijos también apoyan en el centro de acopio, ello demuestra que no hay edad para ayudar, así lo señala Superman, otro voluntario que compartió su testimonio con el nombre de un superhéroe y que reconoció el esfuerzo de los jóvenes ante la catástrofe ocurrida.
«Hacemos una invitación en general a toda la población, se ha dado algo muy hermoso, me sorprende que sean mucho más los jóvenes los que nos han venido a apoyar. A lo mejor a ellos no les ha tocado vivir de nuevo estas situaciones, pero con el hecho de incorporarse a esto y estar separando los productos y ver la alegría con la que la gente la trae, es hermosísimo».
Ejemplo de ello es Ireri Cortés quien promueve el entusiasmo y la energía en el centro de acopio, donde por turnos de cuatro horas, al menos 30 personas reciben y clasifican los artículos para donar.
«Como animadora, animando a la gente a que precisamente hagan sus donaciones, e igual agradeciendo a la gente. También me tocó organizar un poquito a la gente, marcar los productos, que se vayan a las áreas correspondientes: medicamentos, víveres, aseo personal… »
Grandes equipos de voluntarios para todo tipo de apoyo se han creado desde el 7 de septiembre, campesinos, obreros, profesionistas, estudiantes, brigadistas, autoridades y familias de Querétaro, México y el mundo se han unido para regresar la esperanza a un país que pese a las adversidades sigue en pie.
Por: Iraí Silva