Padres que comparten la habitación con sus hijos pueden reducir hasta en un 50% la «muerte de cuna»
Por lo menos durante los seis primeros meses de sus vidas, los bebés deben dormir en el mismo cuarto de sus padres, pero no en la misma cama, según un nuevo reporte de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés.)
La academia recomienda que los niños duerman en superficies separadas en la misma habitación, por ejemplo en una cuna, pero nunca sobre una superficie blanda como un sillón o un sofá. Óptimamente, los menores deberían dormir en la misma habitación de los padres hasta la edad de 1 año, dijo la organización.
El objetivo es reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) y otras formas de muerte de los infantes que pueden ocurrir cuando los bebés están durmiendo, como sofocación. Estos tipos de muerte de los bebés son comúnmente conocidas como “muerte en cuna” o “muerte blanca”, que es la muerte inesperada de un niño menor de un año sin causa aparente, según explica UNICEF.
“Todo el fenómeno del SMSL implica que no sabemos 100% qué es lo que provoca la muerte de un menor pero tenemos teorías”, dice la doctora Lori Feldman-Winter, miembro de la Fuerza de Trabajo del SMSL y coautora del reporte.
Esas teorías incluyen que el cerebro del bebé puede no estar lo suficientemente desarrollado para regular la respiración combinada con un ambiente que ayuda a la asfixia o a la obstrucción nasal—como los de los textiles para el hogar— y simplemente algunos bebés pueden ser más vulnerables debido a condiciones genéticas o características físicas.
El reporte de la AAP, dado a conocer esta semana durante la conferencia nacional en San Francisco, dice que la evidencia muestra que los padres que comparten la habitación con sus hijos pueden reducir el riesgo del SMSL hasta en un 50%.
“Un bebé que está al alcance de su madre puede tener más confort o más estimulación física estando en un ambiente con otra persona”, dice Winter, que agrega que la cercanía de las mamás con sus bebés facilita la lactancia materna, que ha demostrado que por sí misma reduce el riesgo del SMSL en un 70%.
“La lactancia materna protege a los bebés de muchas consecuencias adversas”, dijo.
¿Qué tan común es el síndrome de muerte súbita del lactante?
Se estima que cada año en Estados Unidos hay unas 3.500 muertes producidas por el síndrome de muerte súbita del lactante y otras muertes relacionadas con el sueño, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. 44% son causadas por el SMSL, 25% por estrangulación accidental o ahogamiento y del resto se desconoce la causa.
Este síndrome es definido como la muerte que ocurre durante el primer año de vida del bebé, pero usualmente se presenta entre el primer mes de vida y los cuatro meses, y el 90% de casos de SMSL pasan antes de los 6 meses de vida, de ahí los tiempos de la recomendación.
“Los bebés deberían compartir ese entorno de sueño hasta por un año porque hay un ligero riesgo de SMSL que persiste”, dijo Winter.
El aumento de la conciencia del síndrome de muerte súbita del lactante en la década de 1990 con campañas de sueño seguro llevó a una disminución en el número de casos en ese tiempo, pero las cifras se han estancando. Las nuevas recomendaciones esperan hacer que la disminución inicial en los casos de SMSL se ponga en marcha de nuevo.
“Hay un énfasis en compartir la habitación, no la cama, y la razón es que esa información sugiere que hay un efecto protector contra el SMSL cuando el bebé está durmiendo en el cuarto de los papás”, dice la doctora Ari Brown, pediatra radicada en Austin, Texas, y autora de la serie de libros Baby411, que no estuvo involucrada en el reporte. “Estoy de acuerdo con que es un buen consejo”.
Las razones detrás del efecto protector no se entienden completamente.
“Las personas no saben muy bien por qué el riesgo es más bajo”, dice Brown. “Podría atribuirlo al sexto sentido que tienen los padres cuando su bebé está cerca y hace sonidos arrítmicos lo que ayuda a salvar a esos bebés”.
Los expertos creen generalmente que es más fácil monitorear un bebé cuando está cerca.
Dudas frecuentes
La práctica de compartir una habitación con un recién nacido no es poco común y es, de hecho, algo que la mayoría de padres hacen, según la doctora Jennifer Shu, pediatra radicada en Atlanta y editora médica de HealthyChildren.org.
“Es común que empiecen compartiendo la habitación. Los padres a menudo preguntan cuándo es el momento de sacarlos del cuarto”, dice Shu.
Ella cree que esas recomendaciones ayudan a aclarar el tema del tiempo para los padres. Pero Shu resalta la necesidad de que los padres entiendan la importancia de una superficie separada para dormir:
“La cama de un adulto no está diseñada para los bebés”, dice, destacando los peligros asociados con grandes edredones, almohadas y sábanas. “Si vas a compartir la cama, asegúrate de que tu cama sea como una cuna”.
Más allá de la habitación
El nuevo reporte pone en relieve una serie de prácticas y comportamientos que pueden ayudar a proteger a los infantes del SMSL. Entre ellas está poner al bebé a dormir sobre sus espaldas y ubicarlos en una superficie firme con unasábana muy ajustada, así como evitar el uso de objetos blandos dentro de la cuna como almohadas y mantas.
“No debe haber almohadas, sábanas, mantas u otros objetos que puedan obstruir la respiración de los bebés o causarles recalentamiento”, dice Winter.
Evitar el uso de superficies suaves también incluye nunca poner al bebé en un sofá, sillón o silla acolchada para dormir.
“Sabemos que esas superficies son extremadamente peligrosas”, agregó la doctora Rachel Moon, también coautora del reporte.
El informe también resalta cómo la lactancia materna puede reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del infante en un 70%, pero con la advertencia de que los padres deben tener cuidado de no quedarse dormidos cuando estén alimentando al bebé en una silla.
“A veces es difícil no quedarse dormido cuando estás alimentando a tu bebé… los padres están cansados”, dice Shu, quien admite que se quedó dormida alimentando a su hijo cuando era joven. “Tuvimos suerte de que cayó entre mi esposo y yo y no al piso”.
“El lugar más peligroso es un sillón”, dice Winter. “Así que recomendamos alimentar al bebé en la cama y luego ponerlo a dormir en una superficie separada”.
Winter sabe que son muchas recomendaciones, pero cree que pueden ser seguidas fácilmente. Con comunicación, ambas autoras esperan calmar la ansiedad de llevar a un recién nacido a casa.
“Sabemos que los padres pueden estar abrumados con un bebé nuevo en casa”, dice Moon. “Queremos darles una guía simple y clara sobre cómo deben poner a su bebé para que duerma”.
Fuente: Entravision