Reyes Rodríguez aceptó presentar su renuncia a la presidencia del Tribunal Electoral, tras una semana de exigencia y presión por parte de tres magistrados.
En un comunicado, afirmó que su último día en el cargo será el 31 de diciembre.
Reconoció que ya no le es posible construir los acuerdos que se requieren dentro de la institución.
«Las tensiones son naturales, sin embargo, es mi obligación procurar el funcionamiento organizacional y superar cualquier obstáculo a la gobernabilidad institucional. México merece un Tribunal Electoral que continúe fuerte, para cumplir con su misión de brindar certeza e impartir justicia imparcial e independiente, para ello debe mantenerse alejado del ruido de la especulación».
Confirmó que dejará el cargo de Presidente, pero seguirá como magistrado del Tribunal Electoral.
El magistrado aceptó terminar antes su cargo debido a la “pérdida de confianza” de tres integrantes del pleno.
Durante la última semana, Mónica Soto, Felipe de la Mata y Alfredo Fuentes exigieron su renuncia.
Argumentaron “debilidad” y “sometimiento” de Reyes Rodríguez.
Los magistrados arrancaron su exigencia al no asistir al informe de labores de Reyes Rodríguez, pese a que sí acudió toda la cúpula del Poder Judicial.
Posteriormente, en una reunión privada, le exigieron la renuncia.
El nivel de la disputa creció hasta desbordarse en una sesión pública que no culminó, ante acusaciones de los tres magistrados disidentes de que el Presidente “huyó”.
Hasta la mañana de este lunes Reyes Rodríguez mantenía la postura de quedarse en el cargo, pero la decisión cambió.