Tras reportar una disminución de más del 90% en los cajones de abejas en la capital del estado, la Dirección de Desarrollo Rural y Agropecuario del Municipio de Querétaro ha buscado contactar a los apicultores para evitar una caída mejor, aunque las dificultades persisten, reconoció el director Luis Muñoz.
Fue desde 1984 cuando obtuvieron el primer registro de apicultores en el municipio, 14 mil 100 cajones con colmenas, mientras que para el 2019 sólo quedaron 537 cajones, de los cuales, la población promedio de abejas no superaba el 50%.
Una vez identificados los problemas y la caída en la población de abejas, buscaron aportar alimento en azúcar y barras proteicas para fortalecer las colmenas, sin embargo, a partir de los registros levantados en 2019, descubrieron problemas de salud que golpearon a las colmenas y mantenían la amenaza su población.
Luis Muñoz señaló que, como una forma de condicionar el apoyo municipal, les exigieron a los apicultores que mantuvieran sanas a sus colmenas, especialmente libres de un parásito que representaba un riesgo de contagio para toda la población.
Precisó que actualmente, tras los trabajos desde el 2019, se tienen 780 cajones en el municipio, no obstante siguen enfrentando otro tipo de dificultades como la edad avanzada de los productores (que supera el promedio de los 60 años) o la presencia de miel adulterada en el mercado local.
Por Alan García
