Estados Unidos alcanzó un acuerdo para comprar 500 millones de vacunas contra COVID-19 de Pfizer/BioNTech que espera entregar a cerca de 100 países en los próximos dos años.
Después de semanas de recibir críticas de la comunidad internacional por no compartir vacunas, Biden señaló, antes de subir el miércoles al avión presidencial rumbo a Reino Unido, donde tendrá lugar la reunión del G7, que tenía una estrategia de vacunación global que presentaría en la cumbre, de la que no ofreció detalles.
Posteriormente la Casa Blanca informó en un comunicado que las primeras 200 millones de dosis se donarán este año y las restantes 300 millones en 2022. El suero de Pfizer/BioNTech requiere dos dosis para la vacunación completa.
La recuperación de la pandemia será uno de los temas centrales de la agenda de la reunión de este grupo de élite de los países más industrializados (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón).
La abismal disparidad en el acceso a las vacunas entre los países desarrollados y los de menos recursos ha provocado llamados urgentes por parte de organismos internacionales como el Banco Mundial o la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que se refuerce la distribución entre las economías en desarrollo.
En Estados Unidos y Reino Unido, más de 50 por ciento de la población ha recibido al menos una dosis, mientras que en el continente africano apenas han sido inoculados 2 por ciento de sus habitantes.
Biden informó el pasado mes que EE.UU. repartirá 80 millones de vacunas, la mayor parte a través de Covax, el programa auspiciado por la OMS, de los cuales 25 millones serían entregados este mes de junio a varios países asiáticos, africanos y de Latinoamérica y el Caribe.
López Dóriga Digital