Ricardo Anaya cerró su campaña en la Ciudad de México con la promesa de castigar la corrupción que afloró en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Ante miles de simpatizantes que se congregaron sobre Paseo de la Reforma, frente al Ángel de la Independencia, el candidato de la coalición Por México al Frente afirmó que en la campaña había resentido un ataque del régimen priista y del Gobierno «como nunca antes había ocurrido».
«¿Y saben por qué nos ataca el régimen de Peña Nieto? Porque nos tienen miedo y con toda razón. Porque cuando yo sea el Presidente de México habrá una Fiscalía que investigará al Presidente Enrique Peña Nieto y su participación en los escándalos de corrupción del sexenio», advirtió el frentista.
Acompañado por la candidata del Frente al Gobierno capitalino, Alejandra Barrales, Anaya aseguró que no quedarán impunes los casos de la Casa Blanca, la Estafa Maestra y Odebrecht, y tampoco la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
«Va a haber justicia», dijo, antes de señalar al «otro candidato» que ha prometido amnistía para los corruptos, en alusión a Andrés Manuel López Obrador.
El queretano dijo que sólo faltaban siete días para lograr el «cambio profundo» que los mexicanos sueñan: sin corrupción y en el que el Gobierno se conduce con honestidad.
Anaya abrió su discurso agradeciendo a los partidos que integraron la coalición que lo postuló: PAN, PRD y MC.
El candidato presidencial estuvo acompañado por su esposa, sus tres hijos y su padre.
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