El ministerio español de Sanidad, las autoridades sanitarias europeas y la Organización Mundial de la Salud ofrecen ideas para mantenerse vigilantes y serenos
El coronavirus de Wuhan sigue extendiéndose por el mundo y las autoridades sanitarias creen que en algún momento podría convertirse en una pandemia. De momento, no obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que incluso en los países asiáticos, más cercanos al origen de la infección y a la región china donde siguen registrándose la mayor parte de los nuevos casos, las probabilidades de contagio son reducidas y no ha aconsejado restringir los viajes a esas áreas. Sin embargo, la situación evoluciona rápido.
Las autoridades sanitarias en el mundo reconocen que aún existen numerosas incertidumbres con respecto a la naturaleza del coronavirus e incluso sobre cómo se contagia, aunque por analogía con otras infecciones similares la fuente principal sería el contacto con las secreciones que se generan con la tos o el estornudo de una persona enferma. Algo parecido a lo que sucede con la gripe común, con la que comparte sus síntomas más comunes: fiebre, tos o sensación de falta de aire. Como la gripe, aunque con un porcentaje de mortalidad más elevado (de una media de alrededor del 2% del coronavirus frente al 0,1% de la gripe), también supone principalmente un peligro para las personas de edad avanzada y con problemas de salud previos.
Recordando que se trata de un virus desconocido y que es necesario seguir su evolución, autoridades como el Ministerio de Sanidad, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades y la OMS ofrecen algunos consejos para prevenir el contagio y también la paranoia.
Mascarillas para enfermos y cuidadores
Para la población general no son necesarias. Las mascarillas son sobre todo una herramienta para que las personas que están enfermas no transmitan el virus a la gente que les rodea a través de sus toses. También pueden ayudar a las personas que cuidan de los enfermos, aunque su efectividad en estos casos es menor.
La higiene es fundamental, como con la gripe común
Lavarse bien las manos y con frecuencia y evitar tocarse la boca, la nariz o los ojos son medidas que ayudan a coger menos infecciones como la gripe y también funcionan con el coronavirus. Como medida óptima se recomienda frotar las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos.
Taparse al estornudar y guardar una distancia de seguridad
Como con la gripe común, es mejor estornudar en el codo que en la palma de la mano, pero aún mejor en pañuelos desechables que no se devuelvan al bolsillo. Cuando se trata con personas que tosen, estornudan o tienen fiebre, la distancia de seguridad para minimizar el riesgo de contagio sería de un metro.
¿Qué personas pueden transmitir la enfermedad?
El periodo de incubación, el que pasa entre la exposición al virus y la aparición de los síntomas, se estima entre dos y 14 días. El virus se puede transmitir cuando los infectados muestran síntomas parecidos a los de la gripe, pero según señalaba un artículo reciente en The Lancet también puede transmitirse antes de presentar síntomas.
¿Cuándo debería acudir al médico para ver si estoy infectado?
Deberá quedarse en casa, pero contactar con servicios de salud, si se sufre una infección respiratoria aguda, con toses, estornudos y falta de aire y al mismo tiempo, en los 14 días previos al comienzo de los síntomas, se ha estado en contacto con algún caso confirmado de coronavirus, se ha viajado a alguna región en la que se estén dando contagios entre personas o se ha estado en algún hospital con pacientes tratados por la enfermedad. Los servicios sanitarios valorarán su estado de salud.
El PAÍS