Tres adolescentes ucranianos inician su último año de secundaria con sueños de futuro, a pesar de vivir en un país en guerra. Oleksandr, Valerii y Kseniia, cada uno con su propia historia de pérdida y adaptación, navegan sus vidas bajo la sombra del conflicto, enfrentando las amenazas diarias de bombardeos y ocupación rusa.
Oleksandr, de 16 años, huyó de su pueblo cerca de la frontera rusa y encuentra en sus estudios una forma de mantenerse firme mientras su padre lucha en el frente. Valerii, también de 16, escapó de Luhansk para evitar el sistema educativo ruso y aún lucha por adaptarse a su nueva vida cerca de Kiev. Kseniia, de Járkiv, sueña con una graduación normal, aunque su educación es principalmente en línea debido a los ataques rusos.
Los tres adolescentes encontraron algo de consuelo en un campamento organizado por la fundación Voices of Children, donde pudieron conectarse con otros jóvenes afectados por la guerra.
Para ellos, el campamento no solo fue un respiro de la realidad, sino una oportunidad para compartir sus experiencias y reforzar sus esperanzas en un futuro mejor. A pesar de las dificultades, estos jóvenes se aferran a sus sueños, enfrentando el desafío de crecer en un país devastado por el conflicto.
Información de la mano con APNEWS
