El uso de aplicaciones educativas se prevé que aumente hasta un 80% durante las vacaciones de verano, especialmente entre niños de 3 a 8 años. Se estima que el 84% de los usuarios accedan a estas aplicaciones desde casa.
Las aplicaciones móviles educativas han revolucionado la forma de aprendizaje, especialmente durante la pandemia de COVID-19, y su popularidad continúa creciendo. Según un estudio de Lingokids, seis de cada diez familias mexicanas utilizan tecnología educativa para sus hijos. Este verano, las familias buscan que sus hijos continúen aprendiendo de manera diferente al sistema escolar tradicional.
Johnniel Rojas, CEO de Tesistime, destaca que la tecnología se ha convertido en un aliado crucial para las escuelas, ayudando a reforzar los conocimientos adquiridos en el aula. Los niños, en particular, han adoptado estas herramientas de manera natural. Durante las vacaciones, los niños de 3 a 8 años serán los principales usuarios de estas aplicaciones, con el 84% usándolas desde casa.
Los padres justifican el uso de aplicaciones educativas como soporte de aprendizaje. Un 43.21% de los niños utilizará estas aplicaciones para reforzar conocimientos, mientras que un 46.41% las usará para aprender hábitos como lavarse las manos, y un 23.85% para rutinas como cepillarse los dientes o dejar el pañal.
Soporte de aprendizaje
Fernando Valenzuela, miembro de la Junta Educativa de Lingokids, afirma que las aplicaciones bien diseñadas pueden fomentar el desarrollo cognitivo y mantener a los niños comprometidos durante el verano.
Rogelio Sánchez, CEO de Skolable, señala que la tecnología educativa ha tenido un auge desde la pandemia, con un crecimiento esperado de ingresos entre un 8% y 10% para aplicaciones como Duolingo y Google Classroom. Se espera que el mercado de aplicaciones educativas en México alcance los 966.20 millones de dólares en 2026, con una tasa de crecimiento anual del 10.26%.
Aunque la adopción de aplicaciones educativas es amplia, todavía existen críticas. Un 85% de los padres se ha sentido juzgado por permitir el uso de pantallas a sus hijos. Sin embargo, el uso correcto de estas herramientas ha demostrado mejorar los métodos de aprendizaje.
Antes de la pandemia, la comprensión de los alumnos mediante aplicaciones era menor al 10%, pero ahora, según Lingokids, los niveles de aprendizaje alcanzan el 76%. Esto facilita el aprendizaje de habilidades académicas y socioemocionales. Fernando Valenzuela concluye que las aplicaciones educativas han demostrado ventajas significativas, como la evaluación y seguimiento del desempeño, acceso constante a contenidos y la inclusión de elementos lúdicos.
Información de la mano con El Financiero
