Rusia lanzó la noche del sábado un nuevo ataque con drones contra Ucrania tras prometer que los bombardeos sobre la ciudad fronteriza de Belgorod de unas horas antes «no quedarían impunes».
Por su parte la Fuerza Aérea ucraniana dijo el domingo que derribó 21 de los 49 drones lanzados por las fuerzas del Kremlin.
Veintiocho personas resultaron heridas en un ataque en la ciudad oriental de Járkiv, indicó el gobernador de la provincia, Oleh Syniehubov, el domingo.
De acuerdo con la fiscalía regional, un hotel céntrico, edificios de apartamentos y administrativos, un jardín de infantes y tiendas, sufrieron daños luego de esta ofensiva.
En la región de Kiev que rodea la capital ucraniana, un incidente con un dron ruso provocó un incendio en una instalación de infraestructura crítica, apuntaron funcionarios locales, sin ofrecer más detalles.
Ataques en Belgorod
Otras 108 personas resultaron heridas en el ataque, indicó el gobernador de la provincia, Vyacheslav Gladkov, este domingo 31 de diciembre, lo que lo convierte en uno de los más letales en suelo ruso desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania hace 22 meses.
Las autoridades rusas acusaron a Kiev del ataque, que se produjo a su vez luego de una ofensiva aérea rusa que se prolongó por 18 horas y mató al menos a 41 civiles en toda Ucrania.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que identificó la munición empleada y afirmó en un comunicado que ¨este crimen no quedará impune¨.
Acusaciones rusas
En una reunión de emergencia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas exigida por Moscú el sábado en la noche, el enviado del Kremlin, Vasily Nebenzya, acusó a Kiev de un «ataque terrorista».
En declaraciones publicadas por los medios estatales rusos, Nebenzya afirmó que Ucrania había perpetrado «un acto deliberado de terrorismo dirigido contra la población civil».
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