Al menos 41 personas murieron el domingo en Pakistán, donde un autobús que cayó por un puente dejó decenas de víctimas mortales el mismo día que un naufragio ocasionó la muerte de 10 niños en ese país.
Más de 40 personas perdieron la vida en un accidente de autobús que explotó luego de caer de un puente, en el norte de la ciudad de Bela, en el distrito de Lasbela, provincia de Baluchistán (suroeste).
El autobús chocó contra un pilar del puente y cayó al vacío, explicó el responsable.
El vehículo había salido de la capital de la provincia, Quetta, y había circulado toda la noche hacia la localidad portuaria de Karachi, situada a unos 700 km al sur.
Un equipo de hombres con maquinaria pesada intentaba mover los restos del metal calcinado.
El autobús transportaba a 48 pasajeros y estaba cargado con bidones de petróleo, según un responsable local de los servicios de rescate, Asghar Ramazan.
«Cuando el autobús se estrelló, inmediatamente se incendió», explicó. «El fuego era tan fuerte debido al petróleo que fue difícil controlarlo».
«Se teme que el conductor pudo dormirse», apuntó Anjum, sin descartar que la velocidad podía también ser la causa de la tragedia.
Se abrirá una investigación para determinarlo. Las pruebas ADN servirán para identificar a las víctimas, que quedaron «muy mutiladas», declaró.
Milenio