China emitió la “alerta amarilla” a nivel nacional, después de las altas temperaturas sofocantes en todo el valle del río Yangtsé, que han generado la sequía de gran parte de él, dañando los cultivos y limitado el suministro de agua potable de algunas comunidades rurales.
Las altas temperaturas y la sequía que se vive en el país afectan varios factores, uno de ellos es el económico, ya que, según los datos del Ministerio Chino de Emergencia, en julio hubo pérdidas económicas de 2.730 millones de yuanes, afectando a 5.5 millones de personas.
Asimismo, la ola de calor ha provocado la suspensión de actividades en numerosas fábricas, por el aumento en la demanda de energía y una producción incapaz de asumirla.
En la escala de alertas, la amarilla se encuentra dos puntos por debajo de la advertencia más severa.
-Con información de López Dóriga
