Fue identificada una vía focal en el cerebro por Neurocientíficos de la Universidad de Emory. Cuando se estimula eléctricamente provoca una risa inmediata, seguida de una sensación de calma y felicidad, incluso durante una cirugía cerebral despierta.
Los efectos conductuales de la estimulación eléctrica directa del haz del cíngulo (un tracto de materia blanca en el cerebro) se confirmaron en dos pacientes con epilepsia que se sometían a una monitorización para el diagnóstico de convulsiones, de acuerdo a la información que difunde en su página electrónica la institución.
Los especialistas de la Escuela de Medicina de esa casa de estudios estadunidense aseguraron que este hallazgo puede ser una forma «potencialmente transformadora», ya que brindaría una protección óptima de las funciones cerebrales durante una cirugía.
Detallaron que en algunas intervenciones es necesario que los pacientes estén despiertos, de modo que los médicos puedan hablar con ellos, evaluar sus habilidades lingüísticas y detectar alteraciones que puedan surgir de la resección.
«Cuando encendimos la estimulación del cíngulo, inmediatamente reportó sentirse feliz y relajada, contó chistes sobre su familia y pudo tolerar el procedimiento despierto con éxito», relató Kelly Bijanki, profesora de neurocirugía.
Detalló que comprender cómo funciona la estimulación del haz cingular, también podría informar los esfuerzos para tratar mejor la depresión, los trastornos de ansiedad o el dolor crónico a través de la estimulación cerebral profunda.
Estudios anteriores han reportado que la estimulación eléctrica directa de otras partes del cerebro puede desencadenar la risa, pero el científico participante en el proyecto, Jon T. Willie, comentó que su nueva investigación resalta por la demostración de que los efectos contra la ansiedad, observados con la estimulación del haz de cíngulo pueden proporcionar beneficios clínicos.
Los expertos precisaron que el haz del cíngulo, situado debajo de la corteza y curvado alrededor del cerebro medio, tiene una forma parecida a una faja o cinturón, de ahí su nombre en latín.
La ubicación de la estimulación del haz del cíngulo es distinta de otras localizaciones del cerebro que procesan la recompensa, como el estriado ventral, que ha sido el objetivo del tratamiento de la depresión y la adicción.