La Secretaría de Cultura federal acabó aceptando la creación de los llamados vales de cultura que por ley debe implementar… pero sólo a medias. Desde hace algunos días, la dependencia comenzó a distribuir la tarjeta La Cultura ¡Vale!, mecanismo que no es un subsidio para adquirir servicios culturales al cien por ciento, sino sólo para obtener 20% de descuento en libros, entradas a teatro, conciertos y otros espectáculos que ofrece y produce la propia Secretaría.
«Los usuarios de la tarjeta tendrán descuentos en la cadena de Librerías Educal; visitas guiadas y paseos culturales. De acuerdo con la Ley General de Cultura y Derechos Culturales, la tarjeta La Cultura ¡Vale! forma parte de una estrategia general aunada al Programa de Acción Cultural Comunitaria que, de abril a la fecha, ha realizado más de 700 actividades en sectores vulnerables, contribuyendo a la creación de nuevos públicos en mercados, parques o explanadas”, señaló la dependencia a través de una breve nota.
La puesta en marcha de los vales de cultura tuvo tropiezos desde su concepción. El programa fue insertado de última hora en la Ley General de Cultura y Derechos Culturales, cuando los legisladores de los distintos partidos cabildeaban la aprobación del estatuto. Un primer borrador de la ley, elaborado a petición de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, incluía temas como el financiamiento del sector que la Consejería Jurídica del Ejecutivo federal y los legisladores del PRI se negaban a aceptar.
Una vez aprobada la ley, el mandato no gustó a la titular de Cultura, quien declaró:
“No lo entendemos como ir a repartir vales. Para mí sería muy fácil irme ahorita en una avioneta al lugar más apartado y desde ahí tirar vales para que todos los recojan, pero, ¿de qué te va a servir un vale si ahí no hay una biblioteca ni un teatro o una librería? No queremos que sea demagógico ni que sea algo asistencialista. A mí me encantó, no el nombre, yo no entiendo vales de cultura como tarjetitas o valecitos”.
De acuerdo con la fuente, los plásticos serán distribuidos en diferentes ciudades en proporción con su población. “Ya hay gente que tiene la tarjeta”, señaló Pineda. Con ella, si un libro cuesta 100 pesos, el usuario podrá adquirirlo en 80 pesos, y si la entrada a un espectáculo es de 80 pesos, le costará 64 pesos, después de aplicársele 20% de descuento. El programa se suma, además, a un plan mayor que consiste en llevar espectáculos a plazas públicas bajo el nombre de ¡Vale! Cantar, ¡Vale! Bailar.
En la página www.mexicoescultura.com se explicaba en qué consiste el programa e incluso se ofrecía un formulario para afiliarse. Por la tarde, después de que este rotativo solicitó información a la Secretaría de Cultura sobre la tarjeta, la página fue eliminada junto con un video de YouTube sobre el tema. El vocero de la dependencia afirmó que el programa será presentado de manera oficial en una semana.
Fuente: Excélsior