El tricampeón de la Fórmula Uno, el que es considerado hasta nuestros días, por pilotos y aficionados, como el mejor piloto de todos los tiempos murió en el circuito Dino y Enzo Ferrari de Ímola, durante del Gran Premio de San Marino, al estrellarse con su Williams en la curva Tamburello cuando se sorteaba la séptima vuelta de la carrera.
Senna iba en primer lugar con la presión de Michael Schumacher cuando la barra de la dirección de su monoplaza se rompió y provocó un choque en un ángulo mortal contra el muro de concreto en el escape de la variante.
Fue una combinación de circunstancias fatales, pero al final uno de los brazos de la suspensión delantera hirió de muerte al brasileño al penetrar en su casco.
Ese día cambió la Fórmula Uno, la seguridad se incrementó, las pistas fueron más seguras, pero el costo fue altísimo pues el ídolo de 34 años pagó la cuota de sangre para ver una evolución en el deporte.
Sus 65 pole positions, 41 victorias en Grandes Premios en 161 carreras ya no son marcas de la categoría, pero ahora es el umbral Senna al que todo piloto que aspire a estar en el Olimpo del deporte motor tiene que apuntar.
Fuente: ESPN Deportes
Foto: Especial
