A menos de que esperes tener hijos algún día, lo más seguro es que no pienses en tus ovarios regularmente. Así que es raro darse cuenta que, durante la menstruación, hay altas probabilidades de que tu cuerpo esté desarrollando un quiste ovárico así de la nada. Pero antes de que te estreses, debes saber que usualmente no hacen ningún daño.
Aún así, eso no quiere decir que no debas estar al tanto de lo que sucede en tu cuerpo.
¿Cómo se forma un quiste?
Muy fácil, de hecho. Tu cuerpo básicamente te pone en tu contra para crear los quistes ováricos. Si el folículo no libera un huevo, puede crecer y desarrollarse en un quiste de folículo. O, en su defecto, puede desarrollarse en lo que llamamos un quiste corpus luteum, una cavidad que se forma después de que el folículo se rompe y libere el huevo.
Estos quistes pueden sangrar y causar dolor en el área pélvica. Usualmente estos desaparecen en un par de semanas y son muy pequeños (de 1 a 2 milínmetros), pero está la posibilidad de que se hagan más grandes.
Pero no es todo, también se pueden desarrollar los quistes dermoides, los cuales se forman cuando las células en los ovarios empiezan a dividirse, aunque realmente no se fertilizan. Estos no son comunes, pero pueden crecer mucho más (hasta 10 centímetros) y deben ser retirados quirúrgicamente, pues causan muchos problemas (y dolores).
¿Cómo sé qué tengo uno?
A veces nunca lo sabrás. Muchos quistes no provocan síntoma alguno, y la verdad es que la mayoría desaparecen por cuenta propia.
Sin embargo, pueden descubrirse a través de un examen pélvico o un afortunado ultrasonido. En caso de que tu quiste sea problemático o muy grande, sufrirás de: dolor abdominal o dolor pélvico.
¿Qué otros síntomas debo tomar en cuenta?
Hay síntomas más severos de los quistes ováricos, como fiebre, náuseas y vómito, signos de una infección, la cual debe atenderse lo más rápido posible.
En el peor de los casos, el ovario podría torcerse, pues se deja caer, gira y corta su propio suministro de sangre en el proceso. Si eso ocurre, es probable que te hayas dado cuenta de que algo haya salido terriblemente mal, particularmente porque sentirás un dolor insoportable en un lado del abdomen bajo.
Aunque la torsión ovárica sí corta el suministro de sangre del ovario, no necesariamente quiere decir que el ovario dejará de funcionar. Primero que nada, el suministro no podría cortarse totalmente. Existen muchos doctores que retiran el ovario, pero ahora en día, la mayoría lo coloca en su lugar correcto y casi siempre se recupera por su cuenta. Sin embargo, si el ovario no se recupera, habrá que retirarlo.
FOTO:Especial
FUENTE:Eme de Mujer