A menos de un año del restablecimiento de las rutas, las compañías norteamericanas no han tenido la demanda que esperaban
El acercamiento político entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba representó nuevas oportunidades para las aerolíneas estadounidenses, pero, a menos de un año del restablecimiento de las rutas, dos empresas anunciaron la cancelación del servicio por baja rentabilidad.
El 31 de agosto de 2016 pasado el vuelo 387 de JetBlue aterrizó en Cuba e hizo historia al realizar el primer vuelo comercial entre Estados Unidos y la isla en más de medio siglo.
El vuelo, que despegó del aeropuerto de Fort Lauderdale, Florida, y llegó a Santa Clara, Cuba, fue catalogado como el más reciente símbolo del descongelamiento de las relaciones entre los antiguos adversarios de la Guerra Fría, que restauraron relaciones diplomáticas en julio de 2015.
Poco tiempo después un máximo de 110 vuelos diarios operadas por compañías como JetBlue, American Airlines, Delta, Frontier, Southwest y Silver Airways, completaban la lista de vuelos a la isla.
Pese a la apertura, aún se mantienen algunas barreras para que los estadounidenses visiten la isla, se ha visto un aumento en los visitantes en el último año: unos 93 mil, o casi el doble que el año pasado, según las autoridades de turismo de Cuba, destacó CNN.
Hasta antes de la Revolución de Fidel Castro en 1959, Cuba había sido el lugar favorito de los estadounidenses para tomar sus vacaciones en el Caribe. Pero en 1961, luego de que Castro declara su Gobierno como socialista, las relaciones diplomáticas se rompieron y el servicio de vuelos comerciales directos se interrumpió.
CORTAN ALAS
Ahora, tras apenas seis meses de la reapertura la primera aerolínea en vender lugares para vuelos regulares a Cuba, Silver Airways, una compañía aérea con sede en Fort Lauderdale, Florida, y especializada en mercados pequeños, dejará de volar hacia la isla en abril.
Esta es la decisión más reciente en la industria que pone de manifiesto que viajan a Cuba menos estadounidenses de lo que se previó como parte del restablecimiento de las relaciones entre ambos países.
También hubo reducciones por parte de American Airlines y JetBlue hace algunas semanas, en las que optaron por aviones más pequeños o disminuyeron el número de vuelos.
El 13 de marzo, Frontier Airlines, una empresa con sede en Denver, afirmó también que dejaría de ofrecer su vuelo diario de Miami a La Habana a partir del 4 de junio.
Esta aerolínea asegura que los costos de sus viajes a La Habana excedieron significativamente los supuestos iniciales y que “las condiciones del mercado no se concretaron”, indicó la cadena univision.
United Airlines todavía opera desde Newark y Houston, y Alaska Airlines vuela a La Habana desde Los Ángeles, mientras Delta ofrece tres vuelos diarios a La Habana desde Atlanta, Miami y Nueva York.
Algunos destinos en la isla como Santa Clara resultaron menos populares de lo que esperaban las aerolíneas y algunas se han visto obligadas a reducir su oferta, indicó The New York Times.
Hasta febrero, American Airlines ofrecía mil 920 lugares diarios para viajar a Cuba. Este número se limitó el mes pasado a mil 472, disminución de casi 25 por ciento. La aerolínea redujo los vuelos a Holguín, Santa Clara y Varadero de dos a uno diario.
Aunque algunos expertos afirman que los cambios que se están presentando en este mercado no reflejan la falta de pasajeros, sino la precipitación de las aerolíneas al saturar este nuevo territorio con lugares que el mercado de ninguna manera podía satisfacer.
En tanto, la visita de turistas estadounidenses a la isla aumentó en enero en comparación con el mismo periodo el año pasado, ante la incertidumbre con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, quien ha prometido una revisión de las políticas de su predecesor Barack Obama hacia Cuba.
Fuente: Excélsior