Las consecuencias de la sequía en México han aumentado en toda la mitad norte del país, con expresiones tan dispares como violentas, en algunos casos. En Nuevo León hubo revueltas vecinales que terminaron quemando los ductos cuando los vecinos de Allende creyeron que se desviaba agua de su río hacia Monterrey. En Estados como Sonora, Baja California, Coahuila o Chihuahua la situación se ha vuelto “crítica” en el 90% del territorio, según la terminología oficial.
Las 210 principales presas del País registran en un nivel promedio de llenado del 45% con un déficit del 10% respecto al promedio habitual y en lugares como la Ciudad de México se apuesta por las presas de Michoacán para disminuir la escasez.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) declaró el estado de emergencia por sequía que en algunos estados del norte afecta a más del 90% de su territorio. Según el organismo, Sonora, Baja California, Coahuila y Chihuahua tienen más del 90% de la superficie afectada en promedio. En algunos casos como Hermosillo (Sonora) la presa se reportó totalmente vacía, mientras que Punta de Agua, también en Sonora, registraba 0,01 % de llenado. En la presa de Copándora, en Michoacán, solo se llega al 0,07 %, en Cerro Prieto, en Nuevo León, al 0,56 % y en El Peaje, en San Luis Potosí, se registra poco más del 1 % de llenado.
Aunque se pronostican lluvias en los próximos días en la zona de Jalisco debido a la llegada del huracán Estelle, se prevé que el fenómeno climatológico conocido como “La Niña”, que ha contribuido a la sequía severa que golpea a los estados del norte del País, se mantenga hasta finales de año. Se trata de un fenómeno se ha extendido inusualmente por tres años consecutivos desde 2020.
Una de las regiones más golpeadas es Nuevo León. A pesar de los intentos por racionar el agua y de que ya se siente el desabasto en distintos lugares de Monterrey, el área metropolitana apenas está entrando a la etapa “más crítica” de la crisis por la sequía, según Conagua. La presa Cerro Prieto, ubicada en Linares, Nuevo León, “técnicamente ya se terminó” como una fuente de agua para la ciudad y ya no podrá aportar a la población, por lo que se vienen semanas complicadas, reconoció Luis Carlos Alatorre, director regional del organismo.
Sin embargo, la paciencia se agota y habitantes de municipios como Allende y Montemorelos protestaron violentamente quemando las tuberías de PVC de los Servicios de Agua y Drenaje (SAD) para evitar que los tubos fueran conectados al río Ramos y abasteciera agua a los habitantes de la zona metropolitana de Monterrey. Protección Civil Estatal dijo que la quema se provocó la noche del viernes cuando subió de tono la protesta de los pobladores que viven cerca del afluente y que ya habían mostrado su inconformidad por la intención de extraer agua de dicho cauce. Las protestas comenzaron tras el anuncio del gobierno que encabeza Samuel García de sacar 500 litros de agua por segundo del río Ramos, localizado en esa región dedicada al cultivo de cítricos, para abastecer a Monterrey, pues una de sus principales fuentes de suministro, la presa Cerro Prieto, está a punto de secarse.
El País.