El amor, los celos, desconfianza, control y otros factores, pueden terminar en una tragedia si no te detecta a tiempo en una relación.
Actualmente en Querétaro han aumentado significativamente los delitos pasionales, sin importar las edades o género.
Los hechos que marcaron el 2017 fueron los casos de Cadereyta, en donde una joven mató supuestamente a un varón por no querer ser su chambelan.
En San Juan del Río, una mujer mató a sus hijos y ella se suicidó por supuesta infidelidad de su esposo que trabajaba en Estados Unidos.
Otro caso pasional se registró en Lomas de Casa Blanca, donde una mujer mató a la esposa e hijos de quien era su amante y después huir del estado, pero localizada por la Fiscalía General del Estado.
Durante este año ya van al menos 3 casos de este tipo y lo cual refleja problemas psicológicos en las relaciones sentimentales.
La psicóloga, Leticia Moha refiere que son casos graves y que tienen que ver con salud mental que los llevo a cometer los hechos violentos, en donde señala que no hay remordimiento.
«Efectivamente son hechos muy graves, muy serios y que tienen que ver efectivamente con cuestiones de salud mental que no han sido atendidas, es decir, si hiciéramos un análisis de la vida y de los acontecimientos en cada una de estas personas que cometieron estos actos tan violentos, tan atroces, en donde no hay ningún remordimiento, en donde no se dimenciona el daño cansado», expresó.
Atribuye que muchos de estos casos, son de personas que desde una edad temprana arrastran un trastorno o traumatismo que no superaron y que les generó un sentido de violencia que le transmiten a su pareja e incluso a sus hijos.
«Se pueden detonar a partir de una infancia difícil, una infancia en donde hubieron ciertos traumatismos y seguramente de conductas que se fueron pasando límites y que no fueron atendidas en su momento», detalló.
El equipo de RR Noticias platicó con el padre de una joven que pidió guardar secrecia y nos detalló el caso que sufrió su hija en su última relación sentimental.
Dio a conocer que el joven mostraba actitudes de inseguridad y celos, por lo que ella comenzó a tener precaución, ya que eran índices de una relación de riesgo.
Después de 6 meses de noviazgo, dijo que el novio de su hija la agredió de una forma brutal en el rostro, después de que ella quería poner fin a la relación.
«La jaloneo y la quería meter ahí en su casa, porque todo esto fue afuera de su condominio (…) a la hora que ve mi hija que está sangrando de la nariz se echo a correr a la casa de él para limpiarse y se limpió con agua y se escondió y llegó este muchacho a su casa y la empezo a buscar; fue a la cocina agarró un cuchillo, mi hija lo estaba viendo escondida y a la hora que él subió a buscarla a las recámaras, mi hija salió corriendo», detalló.
Los padres de la joven después de estos hechos pusieron una denuncia ante la Fiscalía General del Estado, en donde se acordó una orden de reestricion para que ambas partes no pudieran volverse a buscar.
El padre de la joven detalla que aún pasan miedo y temen por su seguridad, ya que su ex pareja conoce varios aspectos de su rutina diaria.
«Pues esta situación la marca a ella y a toda la familia, porque nosotros no estamos ahí con ella, todos los días estamos preocupados de que salga de la escuela, que regrese de la escuela, pues ella tiene miedo», señaló.
Este tipo de situaciones marcan a las personas de por vida y pueden tener consecuencias en su vida escolar, profesional y con el resto de sus seres que le rodean.
La iglesia en Querétaro, considera que las principales causas de que estas personas lleguen a realizar esas acciones violentas, se deben a alguna adicción o sentido de la vida, así lo refirió el Obispo, Faustino Armendáriz Jiménez.
«Me parece que una de las causas de los factores que las propicia son las adicciones, cuando la persona no tiene la capacidad de pensar y esta sujeta a alguna adicción se pueden esperar consecuencias dramáticas como estas, pero también creo que el no tener un sentido de la vida», comentó.
Finalmente hace una reflexión a que las familias desde su interior inculquen los valores a sus hijos y orientarlos psicológicamente en caso de pasar por alguna situación de este tipo.
Una pareja perfecta, no es aquella que no tiene problemas, sino que es aquella que los soluciona juntos y no se cansan de buscar su objetivo, la felicidad.
Por: Luis Arturo Pérez.
