El fentanilo es la droga asesina número uno en Estados Unidos y alrededor del 80 por ciento decomisado, al menos en Nueva York, está conectado con el cartel de Sinaloa de México. De acuerdo con Melissa Moore, directora de la Alianza de Políticas de Droga (DPA, por sus siglas en inglés), el problema es realmente difuso y, parte de este hecho, se debe a que el narcótico es ‘relativamente fácil’ de manufacturar.
«Los productores cambian una molécula y crean una nueva sustancia que interactúa con el cuerpo de manera diferente, incluso algunas veces peor», puntualiza Moore.
La incautación de fentanilo más grande de la historia de Estados Unidos se produjo en un departamento de Queens, muy cerca al aeropuerto John F. Kennedy. Rogelio Alvarado Robles y Blanca Flores Solís, una pareja de mexicanos vinculados con el cartel de Sinaloa, tenían en su poder casi 66 kilos repartidos en varias maletas. Tenían suficiente droga para matar a por lo menos 32 millones de personas.
«Recibirán todo el peso de la ley; habrá consecuencias de carácter federal penal», asegura Anthony Posada de la unidad de justicia ‘The Legal Aid Society’.
Más de 60 mil personas murieron por sobredosis en Estados Unidos el año pasado, lo que representa un aumento del 46 por ciento con respecto a 2015.
«La gente está usando esta sustancia para minimizar algún tipo de dolor bien, sea físico o sicológico», concluye Moore.
Para la DEA, los carteles de la droga buscan convertir a Nueva York en su centro de distribución. Ante esto, la oficina del fiscal del estado de Nueva York, Eric Schneiderman dijo que su unidad especial contra el crimen organizado ha desarticulado más de 35 grandes redes de narcotráfico en Nueva York y se han producido más de 1,200 arrestos, decomisando millones de dólares en efectivo, toneladas de drogas y cientos de armas desde 2011.
Fuente: Excélsior