Las dietas hipercalóricas, ricas en grasas o sacarosa, no sólo causan problemas metabólicos como intolerancia a la glucosa y ganancia de peso, sino que también afectan la función cognitiva y los mecanismos neurobiológicos.
Así lo revelan investigaciones de la Universidad Autónoma Metropolitana, dirigidas por Kioko Rubí Guzmán Ramos, científica de la Unidad Lerma.
Existe una correlación significativa entre la salud metabólica y la cerebral. “Tener obesidad o diabetes tipo 2 o incluso la combinación de éstas, es un factor de riesgo para desarrollar deterioro cognitivo”, advierte la especialista. A nivel celular, esto se relaciona con la patología del Alzheimer y la resistencia a la insulina
Dado que en el país se reporta una prevalencia cada vez más alta de obesidad infantil, y población cada vez más joven es diagnosticada con diabetes, las consecuencias a nivel cognitivo pueden presentarse a edades más tempranas, subraya.
Sin embargo, alerta que la difusión sobre las consecuencias de un ambiente obesogénico se ha centrado en enfermedades como la diabetes tipo 2 y sus afectaciones, como pie diabético y pérdida de visión.
Excelsior