El papa León XIV insistió en que los sacerdotes deben ser célibes y adoptar una postura “firme y decidida” al afrontar situaciones que puedan provocar un escándalo, así como cualquier caso de abuso, especialmente contra menores.
El Pontífice se reunió con cerca de 300 obispos en la Basílica de San Pedro con motivo de su Jubileo, a quienes exhortó los rasgos que deben caracterizarlos para ser buenos pastores.
Además de un estilo “sencillo, sobrio, generoso” y desapegado de las riquezas y los favoritismos “el obispo también vive esa otra forma de pobreza que es el celibato y la virginidad”, mencionó.
León XIV señaló que no se trata sólo de ser célibe, sino de “practicar la castidad del corazón y de la conducta” para manifestar a todos la verdadera imagen de la Iglesia, “que es santa y casta”.