Con el primer domingo de junio se celebró la Fiesta de Pentecostés, con el que concluyen los 50 días del tiempo pascual y se recuerda el ascenso de Jesús para dar inicio a las tareas de sus discípulos por llevar su palabra alrededor del mundo, recordó el párroco del templo de Santa Rosa de Viterbo, Wenceslao Ferrusquía durante su homilía dominical.
El párroco recordó que se trata de la tercera fiesta litúrgica más importante para los fieles católicos después de la Navidad y Semana Santa, además de qué se trata de una conmemoración muy personal para cada católico en el mundo.
Recordó que los discípulos reconocieron a Jesús como aquel sentado a la derecha del padre, tercer integrante de la santísima Trinidad junto con Dios Padre y el Espíritu Santo, aquel que bajó a la tierra para consolidar la fe en la religión católica y por la promesa de acompañarlo en la vida eterna.
Wenceslao Ferrusquía recalcó que se trata de una fiesta que promueve la unidad y la forma de asumir la interpretación de las manifestaciones de Dios en cada individuo, anteponiendo su voluntad y compartiendo su palabra con nuestros semejantes, y con ella el mensaje de paz para todos como hijos suyos.
Alan García