El mundo del boxeo fue testigo de un enfrentamiento que terminó en polémica. La pelea por el título de peso ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) entre Gervonta Davis y Lamont Roach culminó en un empate mayoritario, un resultado que ha desatado intensas críticas y debates.
La Comisión Atlética del Estado de Nueva York, tras analizar la controversia, decidió ratificar el fallo inicial, dejando intacto el resultado del combate.
El centro de la controversia se encuentra en el noveno asalto, cuando Davis, invicto hasta la fecha, se arrodilló tras recibir una serie de golpes de Roach.
En ese momento, el árbitro Steve Willis comenzó la cuenta, pero la detuvo al llegar a tres, sin considerar la acción como un derribo.
Posteriormente, la revisión de las imágenes mostró que la rodilla de Davis sí había tocado la lona, lo que podría haber sido interpretado como un derribo legítimo.
La Comisión Atlética argumentó que, aunque el árbitro pudo haber tomado otra decisión, su fallo en el momento fue definitivo. Según su declaración, «la determinación final recaía en el árbitro y no se pudo establecer con certeza si, de haberse contabilizado el derribo, el resultado final del combate habría cambiado». Por lo tanto, rechazaron la solicitud de Roach para una revisión adicional.
Gervonta Davis vs Lamont Roach: la polémica del noveno round
Lamont Roach, actual campeón superpluma de la AMB, expresó su decepción tras conocer la decisión de la comisión. Su abogado, Gregory M. Smith, manifestó su descontento, destacando que «se perdió la oportunidad de hacer justicia en el ring«.
A pesar de la desilusión, Roach se mostró esperanzado en obtener una revancha que le permita demostrar su superioridad.
Por su parte, Gervonta Davis explicó que su caída se debió a un malestar en sus ojos, causado por un tratamiento capilar previo al combate. Aunque reconoció que esta situación afectó su rendimiento, celebró que la decisión de la comisión confirmara el empate, evitando la pérdida de su título.
Más allá de la decisión del árbitro, el caso ha reavivado el debate sobre el uso de la repetición instantánea en el boxeo.
Aunque en Nueva York esta tecnología está habilitada desde 2008, un fallo técnico impidió su utilización durante el combate, dejando sin revisión una jugada clave que pudo cambiar el desenlace del enfrentamiento.
La Comisión Atlética del Estado explicó que la falla fue técnica y lamentaron no haber podido realizar la revisión pertinente. Este hecho pone en evidencia la falta de uniformidad en la implementación de la repetición en Estados Unidos.
Mientras que estados como New Jersey y Nevada han establecido protocolos claros para su uso, en otros lugares, las reglas son ambiguas o inexistentes.
¿Repetición instantánea en el box será posible?
La inconsistencia en la aplicación de la repetición instantánea no es un problema exclusivo de Estados Unidos. Organismos como el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) han promovido activamente su utilización, mientras que otros, como la Organización Mundial de Boxeo (OMB), han mostrado menos interés en estandarizar este recurso.
La falta de claridad en las reglas ha generado controversias en el pasado. Por ejemplo, en 2020, el promotor Bob Arum criticó duramente la decisión de no corregir un fallo en el combate entre Andrew Moloney y Joshua Franco, a pesar de que la repetición había sido revisada.
En contraste, Eddie Hearn, otro destacado promotor, defiende el uso de esta herramienta para garantizar decisiones más justas.
El fallo de la Comisión Atlética no solo ha dejado a Roach con un sabor amargo, sino que también ha abierto la puerta a una posible revancha.
Ambos boxeadores han mostrado interés en un nuevo enfrentamiento, que podría definir de manera más contundente al campeón legítimo del peso ligero de la AMB.
La controversia también ha expuesto la necesidad urgente de revisar y estandarizar las reglas sobre la repetición instantánea en el boxeo.
En un deporte donde cada segundo cuenta y cada golpe puede decidir un título, la tecnología debe ser una aliada para garantizar la justicia sobre el ring.
Con información de El Heraldo.
