La imagen de osos polares famélicos, utilizada desde hace años para concienciar sobre el cambio climático, refleja una realidad devastadora: la especie enfrenta una crisis de supervivencia debido a la pérdida de su hábitat y la escasez de alimento. Investigadores de Canadá han documentado que la población de estos grandes mamíferos en una zona del Ártico canadiense ha disminuido a la mitad desde 1990.
El estudio, publicado en la revista Science y realizado por la Universidad de Toronto Scarborough, utilizó un modelo bioenergético para calcular la cantidad de focas que los osos polares necesitan cazar para sobrevivir y reproducirse.
Los resultados muestran que, a medida que el hielo marino desaparece, los osos pierden su principal plataforma de caza y deben trasladarse a tierra firme, donde la disponibilidad de alimento es casi nula.
Según los datos, desde la década de 1980 la temporada de alimentación de los osos polares se ha reducido entre tres y cuatro semanas debido a que el hielo marino desaparece 10 días antes por década. Esto significa que los osos tienen menos tiempo para acumular reservas de grasa, esenciales para su supervivencia durante el verano.
Excelsior