Un equipo de cazadores de reptiles australianos encontró un nido con 102 serpientes venenosas en el patio trasero de una casa en las afueras de Sídney.
En un principio, el equipo de Cory Kerewaro recibió una llamada de un vecino de esa ciudad australiana que había visto dos serpientes negras de vientre rojo en una pila de mantillo de jardinería.
Esperaban capturar «cuatro o cinco» ejemplares adultos como máximo, explicó Kerewaro el viernes a la AFP, pero se encontraron con «una cantidad enorme» de crías.
En una primera tacada sacaron unos 40 animales. Pero siguieron apareciendo más. «Las contamos una a una. Teníamos 102 serpientes en total», contó este cazador de reptiles.
Las serpientes negras de vientre rojo son menos venenosas que otras especies en Australia, pero su mordedura es suficientemente tóxica para ocasionar un dolor profundo, náuseas y vómitos.
La serpiente negra de vientre rojo (Pseudechis porphyriacus) es una especie venenosa endémica del este de Australia. Reconocida por su distintivo color negro brillante en el dorso y un vientre de tonalidades rojas o rosadas, esta serpiente es una de las más comunes en regiones como Sídney, Brisbane y Melbourne.
Estas serpientes suelen medir alrededor de 1.25 metros de longitud, aunque se han registrado ejemplares de hasta 2.55 metros. Presentan un hocico de color gris claro y una cola completamente negra. Su apariencia robusta y su distintivo vientre rojo las hacen fácilmente identificables.
La serpiente negra de vientre rojo habita principalmente en áreas cercanas a cuerpos de agua como ríos, arroyos, pantanos y billabongs. También se encuentran en bosques, zonas urbanas, llanuras y matorrales. Aunque prefieren áreas húmedas, pueden aventurarse hasta 100 metros alejadas del agua, incluyendo patios traseros en zonas residenciales.
De hábitos diurnos, estas serpientes son generalmente solitarias. Les gusta asolearse por la mañana y buscar sombra durante las horas más calurosas del día.
Excelsior