Las primeras redadas de la era Donald Trump ya comenzaron. Oficiales del Servicio Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) detuvieron el martes pasado a 308 migrantes, informó ayer el zar para la frontera con México, Tom Homan.
El funcionario dijo que de los migrantes detenidos “algunos eran violadores, otros asesinos, algunos habían abusado de niños”, lo que denota que podrían ser indocumentados que se encontraban presos.
Homan se abstuvo de identificar los sitios donde fueron detenidos los primeros cientos encontrados en redadas.
Aclaró que la administración Trump tuvo que cambiar de planes luego de que se filtró a la prensa que las redadas comenzarían en Chicago el martes, y luego en San Diego o San Antonio (las primeras de la zona fronteriza), lo que puso en alerta a los inmigrantes.
Funcionarios y defensores de los derechos habían dicho que el gobierno de Trump lanzaría barridos en múltiples ciudades de Estados Unidos casi tan pronto como asumiera el cargo.
Luego de rendir protesta el pasado lunes, el actual líder de la Casa Blanca firmó una serie de órdenes ejecutivas que tienen que ver con el fenómeno migratorio.
Por un lado, declaró emergencia nacional la situación en su frontera sur e instruyó a comenzar deportaciones de sujetos migrantes sin papeles con antecedentes penales y todo aquel que no compruebe legal estancia en la Unión Americana.
Con esto, tras comenzar su segundo mandato, transformó el sistema migratorio como se conocía.
Trump dijo en una entrevista con NBC News el fin de semana que poner en marcha las deportaciones masivas que prometió en su campaña electoral sería una prioridad absoluta.
Sin embargo, se negó a identificar las ciudades objetivo o cuándo comenzarían las deportaciones.
Excelsior