El senador Marco Rubio, nombrado por el presidente electo Donald Trump como secretario de Estado, declaró que espera trabajar “en cooperación cercana” con México para abordar las amenazas de los cárteles, el narcotráfico y la migración.
Rubio reiteró enfáticamente la importancia de cooperación con México al ser interrogado sobre los peligros que representan los cárteles de droga en el país vecino.
“Estas peligrosas organizaciones terroristas trasnacionales tienen control operativo sobre enormes franjas de áreas que colindan con Estados Unidos”, declaró el senador cubanoestadunidense. “Ese es simplemente un hecho desafortunado y es uno que tendremos que confrontar con nuestros socios en México”.
¿El presidente Trump considerará emplear fuerza militar contra los cárteles? Preguntó el senador Dave McCormick. “Bueno, esa es una opción que el presidente tiene a su disposición”, respondió Rubio.
“Obviamente no es una que está dentro del ámbito del Departamento de Estado. Creo que el presidente Trump es alguien que nunca discute públicamente sus opciones y se deja margen de flexibilidad para actuar”.
Pero Rubio dejó claro su preferencia de trabajar junto con México para abordar estos asuntos.
“Creo que hay mucho que podemos hacer, y continuaremos haciendo, en estrecha asociación con nuestros aliados en México”.
Señaló que México enfrenta graves amenazas de los cárteles de droga, dando como ejemplo los asesinatos de candidatos políticos durante la última elección como también los atentados contra periodistas.
“Estos grupos no solo aterrorizan a Estados Unidos, están aterrorizando y minando al gobierno mexicano, y la soberanía mexicana y la salud y bienestar del pueblo mexicano”, declaró. “Entonces mi esperanza en un mundo perfecto es que podamos trabajar con una cercana colaboración con las autoridades mexicanas para deshacernos de estos grupos”.
Interrogado sobre el fracaso de México para entregar los recursos de agua a Texas bajo obligaciones bilaterales, Rubio indicó que “elevará” la prioridad de este tema.
Pero agregó que no es el único irritante en la relación estadunidense con México y reconoció que seguramente había algunos temas en la relación bilateral que irritan a México.
Con información de La Jornada.