En la madrugada del lunes, Patrick Mahomes sostuvo en sus brazos a su tercera hija, Golden, mientras su esposa, Brittany, descansaba tras un parto que culminó en otro hito para la familia Mahomes. Tres días después, en una mañana fría en Kansas City, el quarterback caminó dentro de las instalaciones de los Chiefs con el semblante de un hombre que no sólo vive para los momentos grandes, sino que los hace suyos. Mahomes está en una misión: convertir a Chiefs en el primer equipo en ganar tres Super Bowls consecutivos.
Pero antes de pensar en el viaje a Nueva Orleans y los confetis del trofeo Lombardi, Mahomes debe sortear un obstáculo inicial que conoce de memoria: los Playoffs Divisionales. Y si algo queda claro en la trayectoria de este joven de 29 años, es que estas rondas no son sólo un campo de batalla, sino su dominio privado.
Desde que tomó las riendas de los Chiefs de Kansas City, Mahomes no ha conocido la derrota en esta etapa. Seis partidos, seis victorias. Durante esos encuentros, sus cifras parecen de videojuego: 1,813 yardas, 16 touchdowns, cero intercepciones y un deslumbrante 70.4 porcentaje de pases completados. Su rating de 115.8 en esta fase lo confirma como un hombre que nació para ganar en enero, como Golden.
La historia respalda su dominio. Este sábado, Texans de Houston regresará al Arrowhead Stadium, un lugar donde los recuerdos no son amables con ellos. El último enfrentamiento de Playoffs entre ambos equipos, en enero de 2020, es materia de leyendas. En un duelo que comenzó con Houston liderando 24-0 en el segundo cuarto, Mahomes y Chiefs orquestaron una remontada para los libros. En un lapso de 10 minutos, Mahomes lanzó cuatro pases de anotación y Kansas City anotó 41 puntos sin respuesta, sellando un triunfo aplastante por 51-31.
Ese partido no sólo cambió el curso de los playoffs de 2019, sino que también cimentó la reputación de Mahomes como el hombre que nunca pierde la calma. “Siempre supimos que podíamos darle la vuelta,” dijo Mahomes recordando esta semana el juego. “Solo necesitábamos una chispa. Y una vez que encendimos ese fuego, no podía apagarse”.
JEFES, EN BUSCA DE LA INMORTALIDAD
Chiefs está persiguiendo la inmortalidad. Con siete victorias consecutivas en playoffs, el equipo de Andy Reid está a punto de unirse a Patriots de Tom Brady y Bill Belichick (10 victorias entre 2002 y 2006) y a Packers de Vince Lombardi (nueve entre 1961 y 1968) como los únicos en alcanzar al menos ocho triunfos seguidos en postemporada.
Reid, un maestro del playbook con 26 victorias en Playoffs en su haber, es el coach ideal para este quarterback generacional. Juntos, han ganado al menos un partido de postemporada en cada una de las últimas seis temporadas, un logro que únicamente Patriots de Brady y Belichick han superado con ocho.
Mahomes, por su parte, entra en esta postemporada con números que lo colocan junto a otros referentes del deporte. Su índice de pasador en playoffs (105.8) es el segundo mejor de la historia por detrás de Bart Starr. Ya acumula 5,135 yardas y 41 pases de anotación en postemporada, cifras que podrían seguir escalando en los próximos meses.
El duelo de este sábado no es un trámite para Chiefs, es el primer paso de una difícil travesía que podría culminar con Kansas City reescribiendo los libros de historia. Mahomes sabe lo que está en juego. Cada pase, cada audaz decisión en cuarta oportunidad, lo acercan más al más alto escalón que por ahora tiene Brady.
En palabras de Andy Reid: “Patrick tiene una habilidad especial para elevarse en los momentos grandes. Pero lo que realmente lo distingue es su capacidad para hacerlo una y otra vez”.
Este sábado, los reflectores estarán sobre el hombre que combina talento, carisma y determinación como pocos en la historia del deporte. Patrick Mahomes juega por Chiefs; juega por los trofeos, la eternidad y también por sus tres pequeños hijos.
mcam
