Alrededor de 700 familias y cinco mil personas de forma indirecta se han visto afectadas económicamente por el cierre de los 70 establecimientos y 20 de manera voluntaria, entre antros, bares y restaurantes.
Esto luego de los operativos que han llevado a cabo las autoridades estatales y municipales tras al ataque al bar Los Cantaritos.
David Rivera, quien es subgerente en un centro nocturno, señaló que piden al Gobierno del Estado una mesa de diálogo, que detengan los operativos y una prórroga para reabrir estos 90 establecimientos, con el compromiso de que se regularicen y que acaten todas las medidas de seguridad.
Recalcó que como consecuencia de la medida de cerrar a la 1:30 horas, esto podría ocasionar que los jóvenes decidan ir a otros estados a divertirse, lo cual podría provocar accidentes automovilísticos mortales, incluso, la proliferación de fiestas clandestinas o venta de alcohol clandestino.
David Rivera, consideró que esta medida de la restricción de horario afectaría aún más económicamente a los trabajadores de antros, bares y restaurantes en diciembre, que es una época en la cuál reciben su aguinaldo.
Por: Luis Arturo Pérez.