Los comerciantes y habitantes del primer cuadro capitalino no pedirán el cierre permanente de bares, antros y cantinas, pues reconocen que son negocios importantes para la economía de la zona, no obstante, realizarán trabajos de vigilancia para levantar denuncias ante la autoridad contra aquellos locales que no respeten los nuevos lineamientos, aseveró el presidente de la Alianza por el Centro Histórico, Ricardo Rabell.
Apuntó que ningún negocio de este tipo ha buscado afiliarse a la Alianza por el Centro Histórico para tener voz dentro de los requerimientos a la autoridad, sin embargo, destacó que sí se mantienen en contacto con algunos representantes de estos locales que han acatado las nuevas disposiciones, especialmente en tema de horarios.
Reconoció que algunos empresarios del sector comercio en general ya veían preparando propuestas ante el municipio para extender horarios de venta a turnos nocturnos para el primer cuadro, situación que también han tenido que descartar para evitar conflictos con la autoridad.
Rabell Dávalos apuntó que, antes de los sucesos del 9 de noviembre, constantemente tenían problemas con este tipo de establecimientos, particularmente por denuncias de riñas o conflictos relacionados con el exceso de ingesta de alcohol por parte de algunos clientes, por lo que se realizaban revisiones y clausuras, pero únicamente por denuncias ciudadanas.
No obstante, señaló que en las conversaciones que han mantenido con las autoridades, les externaron que las medidas serán temporales mientras los negocios irregulares logran ponerse al corriente con sus documentos y volverán a realizar una mesa de trabajo para definir nuevos parámetros de comercio y vida nocturna.
Alan García