En un mensaje a los usuarios, el fundador de Telegram, Pavel Durov, reconoce que esa red social no es perfecta, pero niega que sea «una especie de paraíso anárquico» y anuncia cambios para hacerla «más segura».
«Eliminamos millones de publicaciones y canales dañinos todos los días. Publicamos informes de transparencia diarios (como este o este). Tenemos líneas directas con ONG para procesar solicitudes de moderación urgentes más rápido», subraya Durov.
Durov quien considera «sorprendente» su detención e imputación en Francia por cargos como blanqueamiento de delitos y complicidad en la difusión de imágenes pedófilas.
Durov, residente en Dubai, dijo que el aumento del número de usuarios de Telegram «a 950 millones causó dolores de crecimiento que facilitaron que los delincuentes abusaran de nuestra plataforma«, pero se ha puesto «como meta personal» mejorar «significativamente las cosas en este sentido».
«Ya hemos comenzado ese proceso internamente y compartiré más detalles sobre nuestro progreso con ustedes muy pronto», aseveró Durov, quien quedó en libertad vigilada tras su detención en agosto pasado.
Telegram, «siempre» abierta al diálogo con los reguladores
Sobre su imputación por la justicia francesa se quejó de que «tenían numerosas formas de comunicarse» con él para solicitar asistencia y mencionó que, cuando se lo pidieron, les ayudó personalmente a «establecer una línea directa con Telegram para lidiar con la amenaza del terrorismo en Francia».
«Si un país no está satisfecho con un servicio de Internet, la práctica establecida es iniciar una acción legal contra el propio servicio. Utilizar leyes de la era anterior a los teléfonos inteligentes para acusar a un director ejecutivo de delitos cometidos por terceros en la plataforma que administra es un enfoque equivocado», opinó.
También dijo que «desarrollar tecnología» es «bastante difícil» y «establecer el equilibrio adecuado entre privacidad y seguridad no es fácil».
«Hay que conciliar las leyes de privacidad con los requisitos de aplicación de la ley y las leyes locales con las leyes de la Unión Europea«, subrayó antes de manifestar que Telegram «siempre» ha estado abierta al diálogo con los reguladores.
Según Durov, Telegram, «como plataforma, desea que sus procesos sean coherentes a nivel mundial, al tiempo que garantiza que no se abuse de ellos en países con un Estado de derecho débil».
En este sentido mencionó que, cuando no llegan a un acuerdo con el regulador de un país sobre el equilibrio adecuado entre privacidad y seguridad, «estamos dispuestos a abandonar ese país».
«Lo hemos hecho muchas veces. Cuando Rusia exigió que entregáramos «claves de cifrado» para permitir la vigilancia, nos negamos, y Telegram fue prohibido en Rusia.
Con información de DW.