El rey del pueblo indígena maorí de Nueva Zelandia, Kiingi Tuheitia Pootatau Te Wherowhero VII, falleció a las 69 años este viernes, según sus representantes.
«La muerte de Kiingi Tuheitia es un momento de gran tristeza para los seguidores de Te Kiingitanga, Maaoridom y toda la nación», dijo el portavoz Rahui Papa en un comunicado.
El rey había estado en el hospital recuperándose de una operación de corazón pocos días después de celebrar el 18 aniversario de su coronación, añadió el comunicado.
En los últimos años había padecido problemas de salud, como cáncer y diabetes, según RNZ, afiliada de CNN.
El cargo de monarca maorí se originó en 1858 durante un movimiento conocido como Kiingitanga que pretendía reforzar la resistencia indígena al colonialismo.
Considerado el jefe de varias tribus, el monarca no tiene autoridad judicial ni legal, pero desempeña un importante papel ceremonial.
La comunidad maorí, que representa casi una quinta parte de los más de 5 millones de habitantes de Nueva Zelandia, sufre a menudo una discriminación que se traduce en peores resultados sanitarios y educativos y mayores tasas de encarcelamiento.
En enero, Tuheitia acogió a más de 10.000 maoríes en una conversación sobre cómo responder a los planes del Gobierno de cancelar unas reformas que muchos indígenas consideraban que socavaban sus derechos, informó entonces Reuters.
El Gobierno de derecha de Nueva Zelandia propuso disolver la autoridad sanitaria maorí del país, suprimir el uso de la lengua maorí y acabar con los límites a la venta de tabaco, una medida que los líderes maoríes habían buscado para reducir las altas tasas de tabaquismo en su comunidad.
«Ha caído un árbol poderoso»
Nacido Tuheitia Paki en 1955 en la localidad de Huntly, en la isla Norte, el rey se educó en Waikato y Auckland.
Fue coronado el 21 de agosto de 2006, tras la muerte de su madre, Te Arikinui Dame Te Atairangikaahu.
Tuheitia reposará en Turangawaewae Marae, sede de la Kiingitanga, durante cinco días antes de ser trasladado a su última morada en el lugar sagrado del Monte Taupiri.
El primer ministro de Nueva Zelandia, Christopher Luxon, encabezó los homenajes a Tuheitia y declaró que el país lloraría la muerte del rey.
«Su inquebrantable compromiso con su pueblo y sus incansables esfuerzos por mantener los valores y tradiciones de Kiingitanga han dejado una huella indeleble en nuestra nación», afirmó en un comunicado.
La ex primera ministra Jacinda Ardern describió a Tuheitia como un defensor del pueblo maorí, así como de la equidad, la justicia y la prosperidad.
El rey Carlos de Gran Bretaña e Irlanda del Norte dijo en un comunicado que él y la reina Camila estaban «profundamente entristecidos» al enterarse de la muerte de Tuheitia y se refirió a un proverbio maorí, diciendo «un poderoso árbol de totora ha caído».
«Tuve el gran placer de conocer a Kiingi Tuheitia durante décadas», dijo Carlos. «Estaba profundamente comprometido con forjar un futuro fuerte para los maoríes y Aotearoa-Nueva Zelandia basado en la cultura, las tradiciones y la curación, que llevó a cabo con sabiduría y compasión».
A Tuheitia le sobreviven su esposa, Te Atawhai, sus dos hijos, Whatumoana y Korotangi, y su hija, Ngā Wai hono i te po Paki, según RNZ.
El cargo de monarca maorí no es hereditario por derecho, informó RNZ. Los líderes de las tribus asociadas al Kiingitanga nombran a un nuevo monarca el día del funeral del anterior y antes de su entierro.
Con información de CNN.