La reforma para establecer un tope en el aumento de alquileres en la Ciudad de México ha generado preocupación entre actores del sector inmobiliario, quienes temen que esta medida provoque un incremento en el mercado negro de viviendas en renta. La nueva regulación plantea que el anual del alquiler no supere la inflación reportada por el Banco de México.
Miguel Álvarez del Castillo Herrera, director de CIMAC Cartera Inmobiliaria, considera positivo que la vivienda sea un tema relevante en la agenda pública para garantizar el acceso a personas de menores ingresos.
Sin embargo, advierte que la implementación de la propuesta, impulsada por el jefe de gobierno Martí Batres, es complicada.
«Actualmente, el 54% de los inmuebles en arrendamiento no están registrados en Hacienda, y esta iniciativa podría aumentar la informalidad y el mercado negro», según Álvarez
El Clúster de Innovación y Transformación Inmobiliaria (CITI) comparte la preocupación, indicando que, aunque la intención de la reforma pueda ser noble, falta claridad y presenta un enfoque incorrecto.
Fernando Rodríguez Bustamante, miembro del Consejo de Inmobiliarios Profesionales de CITI, critica la medida como una forma de control que podría generar incertidumbre y desalentar la inversión en el sector inmobiliario.
Rodríguez sugiere un aumento escalonado de las rentas, adaptado al nivel de cada propiedad, argumentando que un incremento basado en la inflación podría no ser justo ni efectivo. Álvarez, por su parte, propone la creación de un programa gubernamental de apoyo económico para ayudar a las personas de menores ingresos a cubrir el costo del alquiler.
Además, la propuesta de un «Registro de Contratos y su aprobación inmediata» ha suscitado inquietudes entre los profesionales inmobiliarios. CITI alerta que esta medida podría desincentivar a los propietarios a alquilar sus propiedades, debido a la percepción de control excesivo y falta de claridad en la normativa.
Sin embargo, Álvarez defiende la necesidad de un registro obligatorio para regular adecuadamente el mercado de alquileres en la ciudad, asegurando que sin esta herramienta es imposible ejercer un control efectivo.
Información de la mano con El Economista
