“Muero por unos tacos que están cerca de mi casa”, dice Osmar Olvera antes de atender la entrevista con Excélsior.
La sonrisa inmensa lo delata. Es confidente de su sueño y su pasión más grande. No es para menos, se acaba de convertir en doble medallista (plata y bronce) en los Juegos de París.
En el trayecto de la capital de Francia al país, Osmar piensa en esa espina clavada que le provocaron los chinos tras arrebatarle el oro en los sincronizados con Juan Celaya.
Y aunque esa plata le supo a oro, no descansará hasta verlos nuevamente sufrir con la preocupación que les dio que alguien les quitara el trono.
Quiero hacer mis campamentos en China, si se puede todos los años. Ya le dije a Ma Jin (su entrenadora) que nos tenemos que ir allá, ver a los niños de 10 años que tienen mejor técnica que yo y aprender de ellos para poder pulir mi trabajo. No son robots, son de carne y hueso y se les puede ganar”, señaló.
Osmar Olvera paralizó México. La gente se desveló para verlo triunfar en la disciplina de clavados y los privilegiados que estuvieron en París, verlo hacer historia. Su concentración y su forma de quitar el estrés fue la música y la terapia que ha formado durante su corta carrera.
Siempre estuve muy concentrado pensando clavado a clavado que seguía, cada detalle de lo que tengo que hacer y sentir. Escucho música que me meta en ese modo competitivo. En los clavados sincronizados lo viví más centrado a los chinos, aunque también viviendo el momento. Siempre me voy automotivando y diciendo palabras claves que he manejado durante mi carrera; a la hora de saltar, disfrutarlo”, destacó.
Su vida ha dado un giro de 180 grados y, aunque los reflectores hoy lo iluminan, no ha dejado de perder su calidad de asombro, parte de los valores que le enseñaron sus padres.
Incluso, durante su estancia en la Villa Olímpica, fue en búsqueda de la extraordinaria gimnasta Simone Biles a quien le pidió una foto para el recuerdo.
Fue una experiencia diferente a Tokio, esta vez hubo más convivencia con otros atletas. Pude conocer a Simone Biles, me tomé una foto con ella y fue impresionante”.
Hoy comienza un nuevo sueño: Los Ángeles 2028, en donde podría competir su hermana Maylín en flag football. Un nuevo objetivo
Es un sueño en familia. Que logré entrar a la selección y estar en los Juegos Olímpicos y porque no, que logré una medalla. Sería historico para México y algo muy bonito para mi familia”.
UN MARIACHI CON PASADO DEPORTIVO RECIBE A OSMAR
Al regresar a su tierra mexicana, Osmar Olvera se encontró con el mariachi Aguascalientes para recibirlo. El festejo fue en grande con música vernácula para hacerlo sentir nuevamente en casa.
Curiosamente esta agrupación entre tantos eventos que ha tenido en su trayecto ha actuado para dos deportistas únicamente: Osmar Olvera esta vez y Ana Gabriela Guevara en 2010.
Olvera fue de los deportistas afectados por no recibir su beca en el proceso olímpico debido a los problemas de su federación y ante la negativa de ayuda de la directora de la Conade, Ana Gabriela Guevara.
Ambos, como paradoja, han celebrado con la música del Mariachi Aguascalientes tiene 25 años de historia.
En 2010, cuando Ana Guevara ya se había retirado de las competencias, hizo una fiesta privada en la que el mariachi Aguascalientes con sus nueve integrantes, amenizaron la velada.
Anoche en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), en el recibimiento para Osmar Olvera, se volvieron a hacer presentes con el Cielito lindo como canción principal.
Es un honor muy grande para nosotros. No lo podemos explicar, es un gusto recibir a alguien que representa a todo el país”, dijo uno de sus integrantes. Después sonó México en la piel y por supuesto, El Rey.
mcam