En Estados Unidos, se eligen por voto popular a jueces de 44 de los 50 tribunales supremos estatales, así como a 29 jueces locales en tribunales de apelación intermedios y de jurisdicción general.
Este proceso, similar al propuesto para México, tiene un alto costo económico. Por ejemplo, la elección de un juez de la Corte Suprema de Wisconsin costó 40 millones de dólares.
Héctor Díaz-Santana Castaños, experto en materia electoral de la UNAM, estima que la elección directa de aproximadamente 1,600 jueces en México, con la participación de unos 10,000 candidatos, costaría alrededor de 4,500 millones de pesos.
Cinco métodos
En Estados Unidos, existen cinco métodos principales para seleccionar jueces, incluyendo elecciones partidistas, no partidistas, nombramiento por el gobernador, designación asistida o por mérito (Plan Missouri), y elecciones legislativas.
En las elecciones partidistas, los jueces son elegidos por el pueblo y se identifica su afiliación política, mientras que en las no partidistas, no se indica dicha afiliación.
En el caso de los tribunales supremos estatales, varios estados utilizan distintos métodos de selección. Por ejemplo, en Alabama, Illinois y Texas se realizan elecciones partidistas, mientras que en estados como Minnesota y Wisconsin se realizan elecciones no partidistas. Otros estados, como Alaska y Arizona, utilizan la designación asistida o por mérito.
A nivel federal, los jueces de la Suprema Corte son nominados por el presidente y confirmados por el Senado, sistema similar al de México desde 1928.
Información de la mano con El Economista