El ajolote de arroyo de montaña (Ambystoma altamirani) es una de las dos especies que todavía se pueden encontrar en la capital del país, pero no es tan famoso como su pariente el ajolote mexicano, originario de Xochimilco y Tláhuac, cuya imagen aparece en los billetes de 50 pesos.
Tampoco tiene programas de conservación en países como Canadá, Alemania, China y Estados Unidos.
El ajolote de arroyo de montaña aún habita en ríos y arroyos ubicados en las áreas protegidas Parque Nacional Desierto de los Leones y Reserva Ecológica Comunitaria San Nicolás Totolapan. Prácticamente ya desapareció en sitios como Los Dinamos.
Desafortunadamente, a través de los datos que hemos obtenido de estar monitoreando, hay lugares en donde está sumamente mermada la población, uno es Los Dinamos”, dijo José Juan Torres, biólogo especialista en esta especie.
Se estima que en San Nicolás Totolapan existen casi 800 ejemplares, y en el Desierto de los Leones, en una búsqueda exhaustiva, sólo se han obtenido registros máximos de 30. La especie se enfrenta a la depredación de animales como las truchas, que se han introducido en los cuerpos de agua con fines comerciales y turísticos-gastronómicos.
Así como a la desecación y contaminación de los cuerpos de agua, y la degradación de sus hábitats por las actividades humanas.
Excelsior