La inflación en la eurozona disminuyó a 2,5% en junio, aunque aún supera la meta del Banco Central Europeo (BCE), que no tiene prisa por reducir nuevamente las tasas de interés tras una tentativa reducción reciente.
El dato, divulgado el martes, representa una baja respecto al 2,6% registrado en mayo y es una buena noticia después de que la inflación alcanzara un pico de 10,6%, afectando el poder adquisitivo de los consumidores y frenando el crecimiento económico europeo.
No obstante, hay señales de que la inflación podría mantenerse entre el 2% y 3% durante un tiempo más. La inflación en el sector de servicios se mantuvo en 4,1%, sin cambios respecto al mes anterior.
El BCE se muestra cauteloso para asegurarse de que la inflación esté bajo control, mientras la Reserva Federal de Estados Unidos ha decidido no reducir las tasas de interés por el momento. Los bancos centrales temen descubrir tardíamente que la inflación es más persistente de lo que pensaban, lo que dificultaría aún más la lucha contra ella y podría minar la credibilidad de las instituciones.
La inflación está bajo control
Las altas tasas de interés inhiben la inflación al encarecer el crédito para la compra de productos e inversiones en equipos industriales, lo que disminuye la presión sobre los precios pero también frena el crecimiento económico. Este es el equilibrio que buscan tanto la Fed como el BCE: controlar la inflación sin empujar sus economías a una recesión.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, declaró el lunes que el banco necesita asegurarse de que la inflación está bajo control antes de volver a reducir la tasa de interés clave, que actualmente es del 3,75% tras una reducción el 6 de junio.
“Nos tomará un tiempo recopilar suficientes datos para asegurarnos de que los riesgos de una inflación por encima de la meta han pasado”, dijo Lagarde en una conferencia del BCE en Sintra, Portugal.
Añadió que, aunque el crecimiento en la eurozona es incierto, el mercado laboral sigue siendo fuerte con bajos niveles de desempleo, lo que indica que la economía se mantiene bien a pesar de las tasas de interés más altas.
Sin embargo, las altas tasas de interés han afectado áreas sensibles al crédito como las ventas de viviendas y la construcción. Las tasas hipotecarias han subido, y el incremento de varios años en los precios de las viviendas en la eurozona se ha detenido. Los ahorristas, por otro lado, se ven beneficiados después de un período de tasas de interés cercanas a cero, en el que algunos bancos incluso aplicaban intereses negativos a las cuentas de ahorro, cobrando a los depositantes por su dinero.
Información de la mano con APNEWS
