Se ha descubierto una nueva y convincente evidencia en Roswell, Nuevo México, que podría probar la existencia de extraterrestres. Un fragmento de metal hallado en el lugar se compone enteramente de aluminio puro, lo cual, según expertos, sugiere que un platillo volador se estrelló en la zona en 1947.
El geólogo Frank Kimbler, quien ha investigado el sitio del supuesto accidente ovni desde 2010, ha encontrado más de 20 restos metálicos inusuales. Su descubrimiento más reciente será presentado en la nueva serie de Discovery Channel, «Alien Encounters: Fact or Fiction».
Pruebas realizadas por Cerium Labs, una firma especializada en metalurgia del aluminio, confirmaron que el fragmento posee una pureza extraordinaria, distinta al aluminio de grado industrial comúnmente utilizado. Este hallazgo se suma a testimonios y documentos gubernamentales desclasificados, que indican la presencia de materiales metálicos exóticos, incluyendo «tecnología avanzada» en torno al Nitinol, un metal con memoria.
El incidente de Roswell en 1947 se convirtió en noticia cuando la Fuerza Aérea del Ejército de Estados Unidos afirmó haber recuperado restos de un «disco volador». Sin embargo, la versión oficial cambió posteriormente, atribuyendo los restos a un globo meteorológico caído. El descubrimiento del metal de aluminio puro refuerza la teoría de que se intentó ocultar la verdad durante décadas.
Información de la mano con Excelsior