Entre enero y marzo de este año, las renuncias por condiciones de riesgo laboral o acoso aumentaron un 15%, mientras que los abandonos de trabajo por búsqueda de mejor salario disminuyeron. Estos datos oficiales revelan una fuerza laboral más decidida a no tolerar ambientes laborales adversos. En el primer trimestre de 2024, se observó un incremento en las renuncias por condiciones peligrosas, acoso y maternidad, representando el 36% de los 654,852 eventos de abandono de trabajo reportados, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Las renuncias debido a condiciones laborales deterioradas o peligrosas pasaron del 15% al 17% del total. «Las últimas reformas laborales han permitido que, por primera vez, seamos conscientes de las dinámicas de trabajo violentas que incluso se habían romantizado«, afirma Ivonne Borden, directora de la firma Agregando Valor. Según Borden, anteriormente las personas se «casaban con una empresa» justificando jornadas extensas y cargas excesivas. Sin embargo, los cambios legislativos y los marcos normativos de prevención de factores de riesgo psicosocial han creado una mayor conciencia.
La maternidad sigue castigada
En el último año, la maternidad se mantuvo entre los principales motivos de renuncia. A inicios de 2024, más de 100,000 personas, el 94% mujeres, dejaron su empleo por embarazo o responsabilidades familiares. Las cifras reflejan la carga de cuidados desproporcionada que absorben las mujeres y el rezago en la construcción de espacios de trabajo que permitan ejercer la maternidad sin renunciar al empleo.
El informe «Mujeres en el trabajo 2024» de Deloitte señala que la fuerza laboral femenina está «sintiendo un desequilibrio en el cuidado y las responsabilidades domésticas». El 50% de las trabajadoras con pareja e hijos asume todas las tareas de cuidado, una proporción cuatro puntos porcentuales mayor que en 2023. Esta situación impacta en la continuidad de las carreras: dos de cada diez trabajadoras encuestadas afirman que la falta de acceso a servicios de cuidado infantil puede obligarlas a dejar su empleo o ralentizar su desarrollo profesional.
«Las mujeres con mayor responsabilidad en las tareas domésticas también tienen más probabilidades de ausentarse del trabajo por motivos de salud mental», destaca el informe.
En México, las renuncias por embarazo o tareas de cuidado representan el 17% de todos los eventos de abandono de empleo, a la par con las salidas voluntarias por riesgos laborales. En 2023, representaban el 13.8% de los casos.
Información de la mano con El Economista
