La lluvia volvió a complicar la actividad del jueves en Roland Garros, pero la noticia ha estado en las gradas donde la organización tomó la decisión de prohibir la venta de bebidas alcohólicas en las tribunas como un intento por tratar de reducir el comportamiento indisciplinado de algunos fanáticos.
Todo inició luego de las quejas del tenista belga David Goffin quien recordó como le gritaron en su partido de primera ronda, además de que alguien le escupió goma de mascar en su salida de la cancha.
Por su parte, la número uno del mundo, Iga Swiatek, les instó a no gritar durante los peloteos, especialmente en los partidos de alta presión.
Ante esta situación, la organización del Abierto de Francia decidió suspender la venta de alcohol en las gradas durante los partidos y, aunque reconocieron admiran el entusiasmo del público, hay situaciones que no se pueden tolerar.
“Estamos contentos de que la gente se entusiasme viendo tenis y formando parte de los partidos, mostrando sentimientos y emociones”, declaró a la prensa la directora del torneo, Amelie Mauresmo.
“Pero definitivamente hay pasos que no deberían ir más allá. Hay que poner algunas cosas en su sitio. Hasta ahora se permitía el alcohol en las gradas, pero eso se acabó… Si sobrepasan el límite, si no se comportan bien o si tiran cosas a los jugadores, se acabó”.
«Creo que sólo pasa en Francia. En Wimbledon, obviamente, no hay eso. Tampoco en Australia. En el Abierto de Estados Unidos todavía es bastante tranquilo. Aquí, es un ambiente realmente insano», expresó el jugador.
