La propuesta reciente del partido Justicia y Desarrollo (AK Party) de implementar la eutanasia para los perros callejeros que no sean adoptados en un plazo de 30 días, ha encendido un debate nacional, reflejando tensiones profundas entre la seguridad pública y los derechos animales. Esta medida, aunque pragmática a ojos de algunos,t se presena con un tono alarmante para las sociedades pet friendly, como México, donde la integración de mascotas en la vida cotidiana ha crecido exponencialmente.
La problemática de los perros callejeros en Turquía no es nueva.
Históricamente, el país ha mantenido una relación compleja con sus animales sin hogar. A diferencia de muchos lugares en Europa donde la eutanasia es una práctica común para controlar las poblaciones de animales callejeros, Turquía ha mostrado hasta hace poco una tolerancia cultural hacia estos animales, permitiendo su presencia en las calles y proporcionando refugios improvisados y comida por parte de los residentes locales.
Sin embargo, la situación ha evolucionado dramáticamente debido a incidentes trágicos. Ataques de perros a ciudadanos, incluidos niños, han culminado en tragedias. Por ejemplo, la muerte de un niño de 10 años en Bitlis, mordido por un perro con rabia, intensificó el clamor público por soluciones definitivas. Estos eventos han puesto de manifiesto la necesidad urgente de una gestión efectiva de la población de perros callejeros, equilibrando compasión con seguridad pública.
Excelsior