La importancia de beber agua para mantener la salud es bien conocida. Sin embargo, al hacerlo, no solo consumimos el fluido vital, sino también diferentes compuestos y partículas, entre ellos, plásticos. Estos materiales, inicialmente fabricados en el siglo XX por sus útiles propiedades como resistencia, impermeabilidad y bajo coste, ahora representan un problema ambiental y de salud debido a su alta durabilidad y baja tasa de reciclaje.
Un estudio reciente realizado por Enviroplanet, una red de investigación sobre plásticos que incluye varios grupos de investigación españoles, y publicado en la revista Scientific Reports, ha revelado la presencia de microplásticos en agua embotellada. Este trabajo se llevó a cabo gracias a un convenio firmado por la Universidad Autónoma de Madrid en colaboración con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Agua embotellada más contaminada
El equipo de investigadores analizó botellas de agua de cinco de las principales marcas que representan el 40 % del mercado de agua embotellada sin gas en España. Para cada marca, se procesaron un total de 45 litros contenidos en botellas de plástico (PET) de 1,5 litros. Los resultados de este estudio compararon la concentración de microplásticos y materiales artificiales no plásticos en el agua embotellada con la encontrada en el agua del grifo.
Los hallazgos demuestran que tanto el agua embotellada como la del grifo contienen microplásticos, subrayando la omnipresencia de estos contaminantes. Este estudio sigue a una investigación anterior publicada en la revista Water Research, donde se documentó la presencia de microplásticos en el agua potable de ocho ciudades españolas.
Estos estudios resaltan la necesidad de abordar la contaminación plástica de manera integral, considerando tanto sus fuentes como sus impactos en el medio ambiente y la salud pública.
Información de la mano con El Economista
