El Gobierno chino ha anunciado una serie de medidas para impulsar la recuperación del sector inmobiliario, facilitando la absorción del inventario de viviendas construidas sin vender y financiando la adquisición de estos inmuebles por entidades públicas para ofrecer viviendas a precios asequibles.
Este viernes, se destinará 300,000 millones de yuanes (unos 38,210 millones de euros) a financiar la compra de estas viviendas por entidades públicas. Además, reducirá el porcentaje mínimo de entrada requerido para los compradores.
Tao Ling, subgobernador del Banco Popular de China, explicó en una rueda de prensa que este nuevo mecanismo de préstamo de 300,000 millones de yuanes está diseñado para incentivar a las instituciones financieras a apoyar la compra de viviendas terminadas y no vendidas por empresas públicas «a precios razonables». Estas viviendas se destinarán a la adjudicación o arrendamiento como viviendas asequibles, con la expectativa de generar préstamos bancarios por valor de 500,000 millones de yuanes (63,680 millones de euros).
«Esta política es una medida importante introducida por el Banco Popular de China para apoyar la construcción de un nuevo modelo de desarrollo inmobiliario y logra múltiples objetivos a través de un enfoque orientado al mercado», afirmó Tao Ling.
Además, el Banco Popular de China ha anunciado la reducción del porcentaje mínimo de entrada para los compradores de primera vivienda, bajándolo del 20% al 15%, y para la adquisición de una segunda residencia, del 30% al 25%.
Información de la mano con El Economista